"Desesperados". Así dicen sentirse los ganaderos del concejo de Amieva, que llevan meses denunciando los constantes ataques del lobo a sus reses en la sierra con el mismo nombre.

El último se habría producido en la mañana del domingo, cuando el vecino de San Román Juan José García constató la pérdida de una novilla de tres años, que apareció muerta y con varios mordiscos por todo su cuerpo en la sierra de Amieva. "No sabemos qué hacer. Sólo pedimos a la administración competente que tome medidas con carácter urgente para reducir el número de lobos en la zona porque sino mantener nuestras cabañas ganaderas se va a hacer totalmente inviable", aseguró el afectado. "A mi vecino desde la pasada primavera ya le van faltando ocho terneros, esto es un lastre", aseguró el ganadero, que baraja la posibilidad de deshacerse de las 27 reses que posee si vuelve a registrar la pérdida de algún animal.