Colombres,

Emilio G. CEA

Felices por pisar la tierra de sus antepasados y sumergirse en la cultura asturiana. Así dijeron sentirse ayer en Colombres nueve jóvenes que este año han tomado parte en el programa "Añoranza" gestionado por el Gobierno del Principado. Ocho de ellos son argentinos y uno, venezolano.

Precisamente, el venezolano Guillermo Maldonado Lobeto, de 25 años, estaba ayer especialmente emocionado. Por primera vez pisó el concejo de Cabrales, la tierra que sus abuelos maternos dejaron para hacer las Américas. "Mi abuela era de Ortiguero y mi abuelo, de Arenas de Cabrales", dice orgulloso. Asegura que su madre mantiene el contacto con familiares que hoy viven tanto en Arenas como en el vecino concejo de Onís. "Asturias es mejor de lo que imaginaba. Me encantan los paisajes, sus gentes y lo limpio que está todo", explicaba. Asegura que su madre, desde niño, le hizo enamorarse del queso de cabrales, manjar que ayer probó en las tierras en las que sale a la luz. "Su sabor es lo máximo. Tengo que llevar para Caracas", dijo. Odontólogo de profesión, trabaja en la actualidad como asistente de cirugía. "Me gustaría hacer aquí un postgrado y no descartaría quedarme a vivir", dice. La posibilidad de caminar por las noches por una ciudad como Oviedo, sin temor a la inseguridad (un problema en Venezuela), dijo que ha sido otra de las grandes experiencias de este viaje.

La argentina Anabella Naredo Pereira tiene sus orígenes en Villaviciosa. "Mantengo contacto con parientes vía telefónica y por internet", dijo, mientras paseaba por los jardines de la Quinta Guadalupe de Colombres, donde el pasado indiano tiene sede y museo. Aseguró sentirse feliz por poder visitar, por fin, la tierra de sus antepasados. "Me ha impresionado la acogida, así como la amabilidad de todos los asturianos", dijo. Sus primas, que participaron en ediciones anteriores del programa "Añoranza", la animaron a venir. "Recuerdo las historias que mi abuelo contaba sobre su infancia en Asturias. He quedado impresionada por los paisajes y la gente". Psicóloga de profesión en Buenos Aires, confiesa que durante su estancia en Asturias "me ha cruzado la idea de venirme a vivir a España".

Tres de los cuatro abuelos de Agustín Sassone Montequín nacieron en Sariego, Campo de Caso y Villaviciosa. En Buenos Aires es asiduo al Centro Asturiano, donde dice que las relaciones entre asturianos están más vivas que nunca. De la tierra de sus abuelos destacó tres cosas: "la organización, la limpieza y la seguridad".