Visibilizar el importantísimo trabajo que se hace a diario en la red de casas de acogida para mujeres víctimas de violencia de género en Asturias y que desde el año 2000 se gestiona a través de la Cruz Roja. Ese fue el hilo conductor de la charla que en la jornada de ayer ofreció en San Juan de Beleño Yoanna Magdalena Benavente, coordinadora de la Red de Casas de Acogida de Asturias, con motivo de las primeras Jornadas por la igualdad y contra la violencia de género que están tiendo lugar en la capital del concejo de Ponga desde el pasado jueves. "Nuestro cometido es ayudar, acompañar y motivar a la mujer maltratada en su proceso de recuperación social", aseguró Benavente.

La Casa Malva de Gijón, la Casa Municipal de Oviedo y la Casa Municipal de Avilés son los tres centros que existen en Asturias para la acogida de mujeres e hijos que sufren violencia de género. A día de hoy, esas casas están ocupadas por unas sesenta mujeres y otros tantos menores. Veinte viviendas tuteladas completan el círculo de este proyecto y sirven para la recuperación de las mujeres que está pasando por un problema de estas características.

Estar cerca de las víctimas en el proceso traumático que supone para ellas la violencia machista es un cometido básico, asegura Benavente. "La violencia contra una mujer no aparece de un día para otro. Un agresor no decide conocer a alguien hoy y pegarle mañana. Se entra en una espiral, en un proceso y en una evolución de un acto violento, que va de lo implícito a lo explícito", manifestó la coordinadora de la red de casas de acogida.

"Hace falta que la sociedad entienda este problema y los motivos que hacen que una mujer permanezca dentro de una relación violenta. A día de hoy hay muchos mitos y estereotipos dentro de la sociedad en lo referente a lo que es una mujer víctima de violencia de género. Se trata de mitos y estereotipos que a veces restan importancia a la violencia contra mujer", manifestó Benavente. "La violencia de género no es solo un puñetazo. Son muchas cosas que, juntas, llegan a formar un película. No es solo una foto. Un maltrato se labra todos los días de una forma cíclica y a una intensidad creciente", añadió.

La necesidad de hacer ver a la sociedad que la violencia de género afecta a todo tipo de mujeres, independientemente de su formación o clase social, edad o raza, fue otro de los mensajes que se lanzó a las personas que asistieron a la charla.