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Terapia de corazones contra el cáncer

Veintiséis vecinas de Ponga confeccionan y donan al Hospital de Arriondas 128 cojines para las mujeres operadas de tumores mamarios

Un poco de tela e hilo y mucha ilusión fueron algunos de los materiales empleados por las 26 vecinas de Ponga que, capitaneadas por su alcaldesa, Marta M.ª Alonso, participaron en un taller de confección solidario en San Xuan de Beleño. El resultado: 128 cojines en forma de corazón que ayer donaron desinteresadamente al Hospital de Arriondas. Por su complexión las almohadillas sirven como perfecto apoyo para reducir molestias en los brazos a la treintena de mujeres que cada año pasan por el quirófano parragués en su lucha contra el cáncer de mama.

Los trabajadores del hospital, con la gerente del área sanitaria VI Margarita Pendás a la cabeza, participaron en el acto de entrega de los corazones en Arriondas. El jefe del servicio de cirugía del Hospital de Arriondas, Chema Llera, agradeció el gesto de las ponguetas y lanzó un mensaje de positividad a las pacientes afectadas por cáncer de mama. "En los últimos años se ha avanzado mucho en el tratamiento. La prevención, supervivencia y calidad de vida de las pacientes es muchísimo más alta que hace diez años", afirmó. Su opinión la compartía Maite Alonso, directora de Gestión de Cuidados y Enfermería del Área VI, que resaltó la importancia de empatizar con las afectadas y mostrarles "mucho apoyo".

La presidenta de la Junta Provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), Margarita Fuente, tampoco quiso perderse el evento, en el que resaltó los beneficios de los cojines con forma de corazón. "A parte del efecto físico aportan un apoyo emocional importante ya que el alma también necesita curación", agregó. Y es que cada uno de las 128 almohadillas iba acompañada de una tarjeta de ánimo redactadas por la pongueta Carmen Tomás, estudiante de gestión administrativa de 19 años de edad. "Les dejamos un mensaje de que nunca hay que rendirse", explicó.

La iniciativa de elaborar corazones solidarios surgió hace unos meses, cuando la regidora pongueta entró en contacto con la AECC. "Les preguntamos si podíamos ayudarles de algún modo y nos dieron esta idea, que ya se había ejecutado con éxito en otros hospitales. La colaboración de las vecinas fue inmediata", presume Alonso. "Ojalá que nunca nadie tuviera que usar estos cojines", remarcó.

Entre las 26 mujeres que no dudaron en llenar el despacho de la alcaldesa de patrones y máquinas de coser se encontraba la vecina de Sobrefoz Luisa Martínez, a quien el cáncer le arrebató a su hijo Antonio cuando este no había cumplido ni veinte primaveras. "Es muy duro cuando te toca en casa y por eso hay que echar una mano en todo lo que se pueda", dijo. En la misma línea se expresó Margarita Mata, residente en San Ignacio de los Beyos. "Tengo una hija afectada por el cáncer así que en cuanto me hablaron de la iniciativa no dudé en secundarla. Fue increíble lo bien que nos coordinamos todas las voluntarias. Mientras unas marcaban, otras iban cosiendo, cortando o rellenando los cojines", apuntó. Ángeles Gregores, con domicilio en Cazu, también quiso poner su granito de arena participando en la confección de los cojines, que se prolongó por espacio de seis días. "Mi hermana tiene cáncer y la satisfacción de apoyar a familias que pasan por la misma situación no hay dinero que lo pague", concluyó.

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