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Turista de "selfie" en los Picos

El 80% de los que visitan el Parque se hacen la foto y se van sin disfrutar del paisaje, según un estudio presentado en Cangas de Onís

Rodrigo Suárez, Ricardo Blanco, Julio González y José Manuel González, alcalde cangués, en la presentación de la jornada. C. C.

El 80% de los turistas que visitan el parque nacional de los Picos de Europa son coleccionistas de "selfies": tienen poco conocimiento de la zona, suelen ser familias que no caminan ni se alejan mucho del medio de transporte en el que accedieron al enclave natural y lo abandonan poco después de hacerse unas fotos. Un 15% de visitantes si tienen información del entorno, son sensibles a la naturaleza y realizan alguna ruta moderada por la zona ; el 5% restante son personas con altas capacidades físicas que disfrutan de actividades en alta montaña más arriesgadas. Esos son algunos de los datos que ayer ofreció el técnico cántabro del espacio protegido Agustín Santori durante su ponencia en la Jornada formativa sobre creación de producto turístico y turismo sostenible en el parque nacional de Picos de Europa que ayer se celebró en el centro de información "Casa Dago" de Cangas de Onís.

El evento, impulsado por el Organismo Autónomo Parques Nacionales en colaboración con el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital y el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, contó con la participación de 45 empresarios, gestores, técnicos y asociaciones implicadas en el desarrollo turístico de la comarca. Su objetivo no era otro que el de impulsar el ecoturismo en el enclave, que recibe más de dos millones de visitantes al año y que en 2003 fue nombrado Reserva de la biosfera por la Unesco.

En las ponencias tomó parte el Jefe de Área de Turismo Sostenible de la Secretaría de Estado de Turismo, Ricardo Blanco, que condenó los incendios que estos días asolaron Galicia y Asturias. "Hay que ponerse las pilas para evitar que la naturaleza, que es nuestra principal fuente de riqueza, sufra estos daños", dijo. En la misma línea se expresó el director de Comercio y Turismo del Principado, Julio González que, al igual que el alcalde cangués José Manuel González, abogó por sacar adelante una estrategia que permita la internacionalización, sostenibilidad y desestacionalización del turismo en el parque de los Picos, que el próximo año celebra su centenario.

En la jornada formativa tomó parte el codirector del espacio protegido, Rodrigo Suárez, quien incidió en la necesidad de homologar los criterios de contabilización de visitantes entre los distintos parques del país. "En la parte asturiana, por ejemplo, no se tiene en cuenta a quienes visitan Covadonga, sólo a los que suben a los Lagos", dijo. Suárez confirmó que de los 15 parques que conforman la red nacional, el de Picos de Europa es el más visitado tras el del Teide y el de la Sierra de Guadarrama.

El encuentro sirvió para hacer una radiografía del enclave natural, que entre sus fortalezas contaría con una rica geografía poco conocida. "No es un ecosistema con endemismos, pero si con gran riqueza de flora y fauna ya que contamos con representación del 21% de las plantas que hay en España y un 57% de los mamíferos", aseguró el técnico Agustín Santori. El patrimonio histórico y cultural junto con un paisaje agreste lleno de contrastes sería otra de sus potencialidades.

Entre las necesarias mejoras estaría la habilitación de un parking disuasorio y el fomento del transporte público entre quienes se desplacen a realizar la ruta del Cares, que junto con los Lagos y Fuente De son los lugares de máxima atracción turística. La posibilidad de ampliar espacios para que los turistas no se concentren en estos tres focos junto con la necesidad de adecuar estudios sobre la capacidad de acogida de viajeros en los Picos fueron otros de los puntos a tratar. Los asistentes coincidieron en que por un lado la estacionalización del turismo en los meses de veranos, puentes y Semana Santa permitía concentrar servicios como el de información, recogida de basuras o control de tráfico mientras que por otro reducía la calidad de la visita de quienes, por ejemplo, hacían frente a dos horas de cola para tomar el teleférico a Bulnes, además de generar empleo temporal precario en la hostelería.

Como ejemplo de prácticas de ecoturismo que ya funcionan en la actualidad se puso el de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos.

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