Muy inquietos. Así dicen sentirse los vecinos de la localidad de El Peral tras tener acceso a varios informes de la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio (CUOTA) enviados por este organismo al Ayuntamiento de Ribadedeva, relativos a la implantación en este lugar de una planta de residuos contaminantes. Uno de estos informes es un acuerdo de CUOTA para categorizar ambientalmente el uso industrial del terreno donde se pretende levantar la nave y que sea compatible con el uso residencial y hotelero dominante en el núcleo urbano de El Peral. La preocupación de los vecinos reunidos en el colectivo "Stop Residuos en Ribadedeva" es manifiesta y no descartan elevar el caso hasta los tribunales.
La CUOTA, según ha podido saber este diario, envió también al Ayuntamiento varios informes del servicio de Autorizaciones Ambientales fechados el pasado 6 de octubre y relativos a la posible calificación ambiental del proyecto donde se dice que la actividad que se llevaría a cabo en este lugar sería "molesta" como consecuencia de los ruidos, las vibraciones y la emisión de polvo que generaría. En dicho informe se describe a la actividad como "insalubre" y "nociva" como consecuencia de la recogida y almacenamiento de productos peligrosos que tendría que llevarse a cabo en la zona, así como por lo relativo a la evacuación de aguas hidrocarburadas.
En el segundo de los informes sobre el tipo de industria que se pretende implantar se habla de la calificación de la actividad industrial por ser necesaria a los efectos de determinar los epígrafes aplicables al respecto desde PGOU de Ribadedeva. Dicho escrito habla de la obligatoriedad de la autorización ambiental integrada, que en el proyecto presentado es evaluación ambiental simplificada.
La preocupación de los vecinos viene dada porque en los informes y en el acuerdo de la CUOTA al que han tenido acceso, se refleja la posibilidad de implantar industrias peligrosas en el concejo por estar contempladas como compatibles con el suelo urbano de Ribadedeva siempre que se instalen a una distancia mínima de dos kilómetros de un núcleo habitado y a 250 metros de cualquier vivienda, cosa que no se cumpliría en este caso.
En lo relativo a la clasificación del suelo y su uso, los miembros del colectivo "Stop Residuos en Ribadedeva" esperan un informe del servicio jurídico de CUOTA relativo a la compatibilidad del proyecto presentado con el uso residencial dominante en este núcleo. Creen que la intervención del servicio jurídico de este organismo sería clave para echar para atrás la implantación de un industria que, según defienden, dañaría medioambientalmente a todo el concejo.
Los vecinos sostienen que continuarán "en alerta" y seguirán "con lupa" los acontecimientos. Aseguran que si la CUOTA respaldase la construcción de esta planta de residuos se plantearían de manera "muy seria" la posibilidad de acudir a los tribunales de justicia. Dicen que se negarán a aceptar este proyecto aunque se plantee de manera reformada pues sostienen que "no es compatible de ninguna de las maneras", con el uso residencial y hotelero imperante en El Peral.
