La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Demuestran en Llanes que los humanos de la cultura asturiense vivían al aire libre

Un equipo científico capitaneado por Pablo Arias prueba que la hipótesis lanzada por el conde de la Vega de Sella hace casi un siglo era correcta

Pablo Juárez y Emilio Adriano, excavando junto a la cueva del Alloru. EMILIO G. CEA

Conocer las características de los, hasta ahora, desconocidos asentamientos de la cultura asturiense cercanos a los concheros es el objetivo de los trabajos que estos días llevan a cabo en la cueva del Alloru, en la localidad de Balmori (Valmori según la toponimia oficial), un equipo de 14 personas dirigido por el catedrático de prehistoria de la Universidad de Cantabria, el ovetense Pablo Arias. Las investigaciones forman parte del Plan Nacional de I+D+i orientado a conocer la transición de los últimos grupos de cazadores recolectores a los primeros grupos de campesinos en la fachada atlántica europea. La cultura asturiense, descubierta por Ricardo Duque de Estrada y Martínez de Morentín, conde de la Vega de Sella, en 1923, se desarrolló a caballo entre el Mesolítico y el Neolítico, del 5.000 y el 8.000 antes de Cristo entre, principalmente, el occidente de Cantabria y el oriente de Asturias.

"Del asturiense conocemos muchos yacimientos desde hace un siglo pero no los lugares donde esta gente vivía", señaló Arias. Las zonas de acumulación de residuos de bígaros y lapas, que en muchas ocasiones llevaban incluso a tapar las cuevas, es lo que mejor se ha estudiado del asturiense. Las investigaciones del equipo de Arias en Balmori buscaban probar la tesis del conde de la Vega de Sella. "Sugirió que probablemente vivían al aire libre. Aquí hemos comprobado que esa hipótesis es cierta", explica el prehistoriador ovetense. El clima de la época, el denominado como "óptimo climático", periodo de mayores temperaturas tras la última glaciación, con uno dos grados de media superior a las temperaturas actuales, apuntala la tesis del aristócrata.

A los pies del abrigo de entrada de la cueva del Alloru, donde está documentada la presencia de un conchero entre 6900 y 5700 antes de Cristo, se han localizado agujeros de postes de lo que podría ser una especie de cabaña. Los trabajos comenzaron aquí en 2013 con una campaña donde se trabajó con un magnetómetro.

Dos picos asturienses sobre cuarcita y algunos objetos líticos, son de momento, algunos de los objetos que han encontrado durante la campaña iniciada hace una semana. "La del Alloru es una de las cuevas con mayor densidad de picos asturienses. La relación entre el volumen que excavamos y el número de picos que aparecen es muy alta", señaló Arias, quien da las gracias a Julián Herrero y Conchi González, propietarios de la finca donde excavan, por las facilidades que están dando al equipo de trabajo que, hasta el próximo fin de semana, estudiará el yacimiento.

Compartir el artículo

stats