La localidad de Santillán, en el concejo de Amieva, acogió ayer su tradicional feria de Todos los Santos con cerca de un centenar de reses en los amarres y mucho público asistente. Las ventas fueron lentas pero constantes y al final de la mañana más de la mitad de los animales habían encontrado comprador. Los precios se mantuvieron comedidos para vacas y terneros, muchos de los cuales se vendieron en casa en los días previos a la feria. La principal demanda se orientó a vacas de los valles con cría, que superaron los 1.200 euros en el mercado.

La proximidad de la campaña de saneamiento, que tendrá lugar en Amieva entre los días 15 y 22 de octubre, hace que muchos ganaderos de la zona prefieran esperar para efectuar sus compras.

Aunque la cita estaba abierta a toda clase de ganados, no se presentaron en el recinto de Santillán ovejas y cabras como ocurría hace unos cuantos años. Vecinos como Carlos Salazar achacaron esta ausencia al creciente número de ataques de los lobos al ganado menor en el concejo. "Nos está machacando. Perdimos la cuenta de las novillas y xatos que nos echó a perder. Necesitamos que se tomen medidas urgentes", dijo.