El cronista oficial de Ribadesella, Lorenzo Cordero, se mostró emocionado en la tarde de ayer durante la presentación en la Casa de Cultura su autobiografía "El rojo color de la memoria", en un acto que sirvió de homenaje para el veterano periodista, que cumplirá 90 años el martes.

El exdirector de "La Voz de Asturias" estaba abrumado ante tantas muestras de cariño. "No tengo palabras con las que pueda expresar exactamente lo que estoy sintiendo", dijo. Quiso agradecer la "generosidad" de todos los presentes por hacerle estar "soñando" en su propia villa natal.

Todos los que le acompañaron en la mesa tuvieron palabras de admiración para Cordero. El riosellano estuvo arropado por Nicanor López Burgos, sacerdote e integrante de Los Quijotes de Asturias; Emilio Serrano, hijo predilecto de Ribadesella; Menchu Álvarez del Valle, periodista radiofónica y miembro de la tertulia El Garabato; María Luz Sáenz Santamaría, vicepresidenta de la asociación cultural Amigos de Ribadesella; Melchor Fernández, Díaz exdirector de LA NUEVA ESPAÑA, y Charo Fernández Román, alcaldesa de Ribadesella. Ejerció de moderador el colaborador de este periódico Fernando Delgado. Este último destacó su labor durante el franquismo, tiempo durante el cual "fue sancionado por el tribunal de orden público".

Quien también quiso dedicarle unas palabras a Lorenzo Cordero fue su amiga Menchu Álvarez, quien recordó que despertaba en los compañeros y lectores asiduos "una extraordinaria admiración por cómo abordaba los asuntos más complejos".

En los mismos términos se expresó Melchor Fernández. "Dominaba todos los géneros periodísticos; era, sobre todo, un magnífico comentarista", destacó. Y no quiso terminar su intervención el exdirector de LA NUEVA ESPAÑA sin alabar la valentía del veterano periodista en los tiempos en los que le tocó ejercer la profesión: "No bastaba con ser hábil, había que ser valiente".