Demostrar que no hay personas discapacitadas sino gente con distintas habilidades. Ese es el objetivo de la piloñesa Cristina Llano, que acaba de presentar en Reino Unido un negocio de bolsos con trasfondo social.
Llano nació en Infiesto y tras estudiar la carrera de Derecho y Administración de Empresa en Madrid cursó un máster MBA en Nueva York. Una de las asignaturas requería diseñar un plan de negocio social. Entonces esta joven de 31 años se acordó de la Fundación Padre Vinjoy, donde personas con discapacidad realizan piezas de artesanía con cuero en Oviedo. "Pensé que las cosas tan bonitas que hacían merecían tener más visibilidad", apuntó.
Como buena amante de los bolsos se le ocurrió crear una colección y que los integrantes de la fundación hicieran las borlas. Su idea gustó mucho por su trasfondo social en la aceleradora de empresas "Lanzadera" de Valencia, propiedad del empresario Juan Roig. Allí conoció a Víctor Gieno, graduado en Diseño de Moda por Esne. Juntos dieron forma hace dos años a la marca Míemana. "Decidí ese nombre porque así es como me llama mi hermana pequeña, Susana, que tiene una discapacidad intelectual", cuenta la piloñesa.
El proyecto empezó a funcionar tan bien en España -en 2017 se comercializarán unos 800 bolsos- que Llano apostó por abrir el pasado fin de semana mercado en Londres. "Aquí la gente valora mucho el made in Spain, saben que es sinónimo de calidad", señala. En la actualidad cuenta con mano de obra del Centro Ocupacional Vicente Pérez de Valencia y de la Fundación Amanecer de Madrid aunque no descarta buscar nuevos socios en el Oriente asturiano, donde vuelve siempre que puede a visitar a la familia. Son ahora veinte los trabajadores que estampan su firma en un fleco de cada borla producida. Los bolsos se acompañan además de una carta escrita en la que explican la importancia que el proyecto tiene en sus vidas.
