Los vecinos de Celoriu se están planteando comprar las farolas del alumbrado público para que la zona de la rotonda, ubicada junto al paseo de la playa, deje de ser un lugar que al anochecer se convierta en una cueva. Ana Gutiérrez San Miguel lidera esta petición tras numerosos intentos infructuosos de que el Ayuntamiento dé una solución.
"Es uno de los lugares más transitados de Celoriu y de noche da miedo pasar por aquí. Llevamos así ni se sabe cuánto", explica. En la zona de la rotonda existen a día de hoy cuatro farolas. Una de ellas no funciona y las otras tres dan una luz mínima. Propone Gutiérrez colocar un punto de luz, como mínimo, a la entrada de la rotonda, junto a la carretera. "Siempre hubo ahí una farola, pero la quitaron hace años y no se repuso. Con eso y unos focos creo que sería suficiente", dice.
Asegura que estas demandas son de sobra conocidas por el equipo de gobierno. Escritos en el registro del Ayuntamiento y mensajes a los ediles a través de Whatsapp son las formas que han utilizado los vecinos para hacer llegar sus quejas. "Hemos incluso mirado a través de internet lo que costaría comprar una farola y no es mucho. Son unos 54 euros", sostiene. Exige Gutiérrez que, como vecina que paga sus impuestos en Llanes, su dinero revierta en el bienestar de la comunicad.
Para compensar esta falta de iluminación pública asegura que ha aumentado la iluminación en los alrededores de su casa. "He puesto luces por todas partes", manifiesta. Cree también que esta carencia hace que en este lugar ocurran actos vandálicos. La pasada primavera un coche de su propiedad amaneció lleno de pintura azul. "Si hubiera luz igual no ocurrían estas cosas", dice.
"Antes del verano colocaron en el trayecto que va desde la rotonda hasta la iglesia varias farolas que funcionan estupendamente. ¿Por qué no hacen aquí lo mismo?", se pregunta.
