"Aliviados". Así se sienten los residentes de El Moru tras conocer que la localidad será reconocida oficialmente como parte de Piloña cuando finalice en 2018 el proceso de deslindes abierto con el vecino concejo de Caso.

Al constituirse el parque natural de Redes, en 1996, se cambiaron los límites entre ambos concejos, dejando los núcleos de Forcelleru y La Rondina, hasta entonces piloñeses, dentro del concejo casín. Esto provocó que lugareños como Ángel Sampedro, de 70 años de edad, se quedaran en tierra de nadie, con consecuencias tales como la imposibilidad de realizar obras de mejora en sus edificaciones, echar vacas a algunos pastos y cobrar daños por la fauna salvaje. "Ibas a arreglar las solicitudes a un ayuntamiento y te decían que era cosa del otro, se pasaban la pelota constantemente", lamenta. "Me gustaría creer que esta vez es verdad que lo van a solucionar, pero ya no me fio de los políticos. El Ayuntamiento de Piloña estuvo en los últimos años dormido y no protestó por los terrenos que nos iban quitando en el monte".

Por falta de acuerdos, el proceso para fijar fronteras está ahora tutelado por técnicos del Instituto Geográfico Nacional, quienes propusieron una reunión a tres bandas el pasado miércoles en Infiesto en la que los implicados reconocieron que El Moru era piloñés. Ese es el sentir de residentes como la alcaldesa de barrio, Evelia Costales. "Los rapaces siempre fueron a la escuela, al médico y a todo a Piloña. Lo único que hacemos en Caso es enterrarnos desde hace unos años pero somos piloñeses ante todo. El río Les Fuentes divide", sostiene.

Los vecinos urgen a que, una vez resueltos los problemas de deslindes, el Ayuntamiento de Piloña les ayude a resolver cuestiones como el mal estado de su carretera y la falta de señal de televisión en las viviendas.