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El grupo de teatro de Lastres homenajea a una de sus actrices, Concha Rebollar, de 94 años

La mujer, con tres hijos, nueve nietos, once bisnietos y una tataranieta, se unió a "Las Tres Luces" hace casi diez años

Concha Rebollar, ayer, junto a la torre del reloj, en Lastres. C. MURUZÁBAL

"Quiero que me traten de tú, que aún soy joven". La llastrina Concha Rebollar, de 94 años tiene una vitalidad y espontaneidad que sería la envidia de mucha gente varias décadas menores que ella. Y precisamente esa energía fue la que le empujó, hace ya casi diez años, a unirse al grupo de teatro terapéutico "Las Tres Luces".

Desde entonces, la veterana actriz colunguesa, que tiene tres hijos, nueve nietos, once bisnietos y una tataranieta, se ha subido al escenario en numerosas ocasiones para meterse en la piel de personajes tan variados como un pastora o la madre superiora de un convento, todos ellos papeles con los que disfrutó "muchísimo", según rememora. El teatro le ayuda, además, a pasar el tiempo.

La actuación le está dando mucha "satisfacción" y ahora su "gran afición" por el teatro se va a ver recompensada el próximo 1 de diciembre, con un merecido homenaje que le hace "mucha ilusión", un reconocimiento a su labor como actriz en el grupo de teatro de Lastres (Llastres, según la toponimia oficial, aprobada por el Ayuntamiento de Colunga y el Gobierno del Principado de Asturias, y según pronuncia la mayoría de los vecinos).

El reconocimiento llega de parte de sus propias compañeras en el grupo "Las Tres Luces". Un colectivo que va perdiendo efectivos, porque algunas lo van dejando con el paso del tiempo.

Concha Rebollar nunca imaginó que un pasatiempo que surgió en su momento casi por casualidad, el grupo se creó en las reuniones con sus amigas para "leer y hacer cosas manuales", le iba a aportar tantas cosas positivas. No solo es una manera de pasar el tiempo entre ensayos y representaciones, sino que el grupo creció a lo largo de estos últimos años y están consiguiendo bastante éxito en todo el concejo de Colunga.

De hecho, cuando el grupo estrena una nueva obra, debe hacer dos pases, porque "las salas son pequeñas y hay gente que se enfada si no puede ir", señaló la nonagenaria actriz. Además, ya han actuado en otros puntos de Asturias. Concha Rebollar recordó entre risas que cuando fueron a Infiesto, en Piloña, "alucinaron porque en el grupo de teatro de allí el más viejo tenía 71 años", mientras que en su caso "la más joven tenía 73".

Además del teatro, la veterana actriz debutó también el año pasado ante las cámaras. Un grupo de jóvenes del Instituto de Educación Secundaria (IES) de Lluces necesitaban a una persona mayor para su cortometraje titulado "Segunda". "Le preguntaron al profesor que teníamos de aquella si alguna podíamos ayudarles y les dijo que yo era la mejor", explicó Rebollar.

Fueron aquellos unos días de bastante trabajo delante de las cámaras pero el desparpajo de la llastrina le valió para sentirse "cómoda" en el papel, que mereció la pena porque la grabación quedó "muy guapa".

Desde luego, cualidades para la actuación no le faltan. A su naturalidad se suma una memoria privilegiada, gracias a la cual puede recitar de memoria poemas que aprendió "cuando era una rapacina", por lo que no le cuesta trabajo aprenderse los guiones.

El homenaje por sus trabajos como actriz llega en el mejor momento porque, aunque Concha Rebollar es una gran aficionada a estar sobre el escenario, contó que está pensando "en dejarlo". Ello porque con 94 años de edad "una ya se cansa más". Eso sí, a continuación comentó que por la tarde estaba ocupada porque "tenía que ensayar", así que es posible que la retirada aún esté muy lejos en el tiempo.

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