Nueve años después de que el Gobierno del Principado las prometiera, el Ayuntamiento de Llanes vuelve a reclamar la construcción de dos rotondas en la AS-263, a la altura de los accesos a Porrúa y Barru desde la localidad de Celoriu. Es una antigua reivindicación de los vecinos de la zona, pues tras la inauguración del tramo Llanes-Lloviu de la autovía del Cantábrico los accesos a Barru y Porrúa desde la AS-263 presentan una alta peligrosidad, demostrada con los numerosos accidentes de tráfico registrados en la zona desde entonces.

En la actualidad, los conductores procedentes de Posada o del nudo de Balmori de la autovía que pretendan dirigirse a Barru o Niembru (Ll-11) se ven obligados a tomar un desvío de varios cientos de metros hasta la carretera de Porrúa (Ll-8), en cuyas inmediaciones deben cruzar la AS-263 y tomar un carril de incorporación en el que deben hacer un stop para incorporarse de nuevo a la carretera autonómica y después, ya sí, tomar el desvío deseado. Del mismo modo, los conductores procedentes de Llanes o Celoriu que quieran ir a Porrúa tienen que tomar la desviación a Barru, cruzar la AS-263 y desviarse desde allí hacia Porrúa. Ya en 2007 vecinos de Celoriu, Barru, Niembru y Porrúa reclamaban rotondas para acceder a sus pueblos, alegando la peligrosidad de la zona y la "caótica señalización", muy complicada de descifrar para los forasteros. El Principado prometió las rotondas en 2008, e incluso redactó un proyecto que contemplaba una inversión cercana al millón de euros, pero se escudó en la crisis económica para aparcarlo. El Ayuntamiento, que ya reclamó las rotondas durante la etapa socialista, volverá a hacerlo en las próximas horas.