La asociación de vecinos "Stop Residuos Ribadedeva", que se constituyó el pasado fin de semana solicitará al Ayuntamiento que declare la planta de residuos peligrosos que una empresa vasca pretende abrir en El Peral "urbanísticamente incompatible" con el plan general. Las autoridades locales, según los afectados, tienen de esta forma en la mano detener el "calvario" que padecen desde que hace unos meses se descubrieron las intenciones de una empresa vasca de abrir en una nave de El Peral, entre viviendas, establecimientos comerciales y negocios de hostelería, un centro de tratamiento de residuos no peligrosos y de transferencia de residuos peligrosos.

Los vecinos se reunieron ayer con la diputada autonómica Paula Valero, quienes desveló la situación actual del proyecto, en fase de tramitación. Explicó que dado que la actividad podría tener efectos significativos sobre el medio ambiente, la evaluación ambiental simplificada que se presentó en su día resulta insuficiente, y debe por tanto tramitarse un estudio ambiental ordinario, tal y como había exigido hace varias semanas la Coordinadora Ecoloxista d'Asturies. Pero es que, además, el proyecto requiere una autorización ambiental integrada, por lo que no cabría la consideración urbanística de "industria media", tal y como se ha propuesto hasta ahora por el empresario, y la que le corresponde es la de "industria peligrosa", lo que significa que el régimen de distancias mínimas que establece el plan general de ordenación de Ribadedeva la hace presuntamente inviable.

En todo caso, dado que Urbanismo no ha archivado el expediente, será el Ayuntamiento el que tendrá que pronunciarse próximamente sobre la compatibilidad urbanística de la actividad. Podemos sostiene que el organismo municipal tiene fundamentos suficiente como para rechazar el proyecto.