En Lastres la edad es solo un número. Y si no que se lo digan a los escolares del Colegio Público Matemático Pedrayes, a los del Instituto de Lluces y a los mayores de la residencia local. Allí, todos conviven y viven experiencias juntos gracias al programa intergeneracional que el año pasado impulsó el personal de la residencia, y que fue, en palabras de la trabajadora social Isabel Fernández, "un éxito". Tanto fue así, que ayer, con el amagüestu celebrado en el centro, arrancó el segundo curso de este programa. El objetivo que se persigue desde la residencia es "que los estudiantes no la vean como un lugar apartado, sino como un centro abierto, un recurso más", explicó Fernández.
Como novedad, este año lo que se busca es fomentar la convivencia entre jóvenes y residentes. Para ello, se puso en marcha un pequeño huerto en el que todos trabajarán juntos. El espacio recibió el nombre de "Huerto Cortina", en honor a Manuel Cortina, el residente que más se está implicando en la labor. "Yo trabajé en el campo toda mi vida, sé como se hace", comentó Cortina.
De esta manera, los chicos van algunas tardes a trabajar en él y convivir con los ancianos. Y algunos, como Lucía Montoto, tienen muchas ganas de que crezcan cosas para "comerlas" porque la verdura le "encanta". Ahora, el siguiente paso que se quiere dar es que sean los ancianos los que acudan a los colegios.
