Un incendio declarado en un vehículo en cuyo interior hay una víctima podría desencadenar en una tragedia si no se actúa con rapidez, cabeza fría y siguiendo al pie de la letra el protocolo de seguridad. Catorce voluntarios de Protección Civil de Piloña midieron ayer su capacidad de respuesta con un simulacro en Infiesto. Aprobaron con nota, según apuntó su coordinador, Francisco Rodríguez: "Con fuego trabajamos una vez al año porque requiere muchos permisos. "Sirve para actualizarse, corregir errores, ganar tiempo y fomentar el trabajo en equipo". La espectacularidad de la actividad, con llamaradas y humo que alcanzaron varios metros de altura, llamaron la atención de numerosos paseantes.

Los voluntarios iniciaron ayer la práctica protegiendo el espacio del accidente, tras lo cual procedieron a alertar del suceso y socorrer a la víctima. "Aprendieron a hacer rescate en vehículos, a manejar las mangueras y a inmovilizar a los heridos con el tablero espinal", explicó el responsable.

El colectivo piloñés se prepara ya para la campaña de Navidad, cuando efectúan una recogida de juguetes para que los niños más desfavorecidos del concejo también puedan abrir sus regalos en unas fechas tan señaladas.