Con el objetivo de seguir investigando los asentamientos de la cultura asturiense cercanos a los concheros, el equipo que capitanea el ovetense Pablo Arias, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Santander, reanudó ayer los trabajos, en forma de sondeos, en la cueva del Alloru, situada en la localidad llanisca de Balmori. Hoy se desplazarán hasta la sierra plana de La Borbolla. Junto a Arias trabajan el profesor de Geología de la Universidad de Burgos Eneko Iriarte, el técnico del Instituto de Prehistoria de la Universidad de Cantabria Luis Teira y el investigador del Instituto de Prehistoria de la Universidad de Cantabria, Rodrigo Villalobos.

Tras la última campaña llevada a cabo el pasado mes de noviembre por un equipo de 14 personas en Balmori, se encontraron más indicios de asentamientos mesolíticos fuera de las cuevas, lo que les ha incitado a seguir trabajando en la línea que demuestra que los humanos de la cultura asturiense vivían al aire libre. "Aquí hay unas pequeñas covachas con restos de concheros mesolíticos. Buscamos los asentamientos asociados a estos concheros", manifestó Arias. Con la máquina sondeadora por percusión con la que ayer trabajaron en Balmori encontraron, a una profundidad de 90 centímetros, carbones y algún objeto tallado del mesolítico.

En la sierra plana de La Borbolla, durante la jornada de hoy, Arias, Iriarte, Teira y Villalobos buscarán por debajo de los suelos donde se han localizado asentamientos mesolíticos y tumbas megalíticas restos de la cultura asturiense, la cual se desarrolló a caballo entre el Mesolítico y el Neolítico, del año 5.000 al 8.000 antes de Cristo, principalmente entre el occidente de Cantabria y el oriente de Asturias.

"Sondearemos la masa tumular y el montículo artificial que construyeron los megalíticos. Identificaremos el suelo sobre el que construyeron y los asentamientos más antiguos por debajo", dijo.

Todos estos trabajos se enmarcan en las investigaciones integradas dentro del Plan Nacional de I+D+i orientado a conocer la transición de los últimos grupos de cazadores recolectores a los primeros grupos de campesinos en la fachada atlántica europea. Dicho proyecto concluye en diciembre. La intención de Pablo Arias es poner en marcha un proyecto de investigación similar a lo largo de 2018.