Las cervezas navideñas que se elaboran todos los años en diferentes monasterios de Europa llegan a Colunga con el II Festival de Cervezas de Navidad, que se celebra hasta mañana en la Plaza del Monumento por iniciativa de la comisión de festejos de Loreto. Una tradición que surgió de la necesidad que tenían los monjes europeos de combatir el intenso frío del invierno y cuya solución llegó con la elaboración de esta bebida, asociada a las frías épocas navideñas.

En Colunga, avisan de que no son cervezas que la gente está acostumbrada a probar en los bares. "Están muy especiadas, la mayoría de ellas están fermentadas con canela", explica Iván Toyos, secretario de la comisión. Por eso, su sabor "sorprende" a los que la prueban. Además, al tener más azúcar que las normales, también tienen más alcohol. "Algunas de ellas llegan hasta los catorce grados", advierte Toyos.

Y para acompañar estas cervezas hechas en países del centro de Europa, qué mejor que comida típica de esos mismos lugares. Quienes se acerquen a la Plaza del Monumento pueden probar platos como el strudel -un postre de hojaldre relleno de manzana- o el pan brezel. También se quiere hacer un guiño a la gastronomía local, por lo que no faltan los quesos, producto típico del Oriente donde los haya. De hecho, y con motivo de este festival, la quesería "Los Caserinos" elaboró una edición limitada de un queso que "se prepara manteniéndolo en cerveza durante 45 días", comentó el tesorero de la comisión, David Alonso.

En la comisión están "muy contentos" con la acogida del festival. El dinero que se consiga se destinará a pagar la Cabalgata, la fiesta de Loreto y el Carnaval".