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Vetan la entrada del alcalde de Cangas de Onís al consejo escolar del instituto

El regidor quería mostrar un informe que avala que el nuevo edificio se haga en la parte trasera, mientras que el Principado defiende la delantera

González Castro, junto a la edil de Cultura, María José Cueli, y el presidente de la AMPA, Antonio González Sierra, ayer, en los minutos previos al inicio del consejo escolar del IES Rey Pelayo. CARBAJAL

El culebrón a cuenta de la ubicación del nuevo edificio del Instituto Rey Pelayo continúa sumando capítulos en Cangas de Onís. El último se produjo ayer cuando el alcalde cangués, José Manuel González Castro (PP), intentó acceder, sin éxito, a la reunión que celebraba el consejo escolar. Su intención no era otra que la de aportar el estudio de viabilidad redactado por Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) que da luz verde a la construcción de unas nuevas instalaciones en la parte trasera del centro, en el mismo lugar donde se ubica el edificio dañado pendiente de derribo. Mientras se dirime el proceso, unos 180 alumnos reciben clases de forma provisional en unas aulas portátiles instaladas en el patio del instituto.

La negativa a participar en la reunión fue justificada por parte de la directiva del centro en base a criterios comunicados por los servicios jurídicos del gobierno socialista del Principado: se cometería una irregularidad al no ser González uno de los miembros del consejo escolar ordinario. En cualquier caso, se emplazó al regidor cangués a una reunión extraordinaria, el próximo 10 de enero, en la que también estarían presentes representantes de la Consejería de Educación del Principado..

El Alcalde sí pudo dejar en la Secretaría el informe de viabilidad de CHC antes de abandonar el centro cangués. González hizo hincapié en que existe un informe de la oficina técnica municipal que desaconseja la construcción del nuevo edificio en la parte frontal del patio, la más cercana a la calle. Esta opción es la que defienden la Consejería, que alerta de que el cambio de ubicación podría retrasar las obras, cuya conclusión estaba prevista para 2019, hasta el año 2021. "La superficie a construir es la misma, con un patio cubierto y otras dos plantas", apuntó González.

El director del Instituto Rey Pelayo, Benjamín Argüelles, pidió máxima celeridad en las gestiones para levantar un nuevo edificio que sustituya al dañado. "A mí me da igual que se levante en un sitio o en otro. Sólo pido que primen los criterios prácticos por encima de los estéticos y se cumplan los plazos", dijo.

El nuevo presidente de la asociación de madres y padres del centro cangués, Antonio González, mostró ayer su malestar por la exclusión del alcalde de la reunión ya que, según su versión, en la convocatoria inicial si estaba prevista la comparecencia del regidor.

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