Tres meses de trabajo intenso repartidos a lo largo de tres años. Ese es el tiempo que la asociación de vecinos de Zardón, una pequeña localidad del concejo de Cangas de Onís de menos de veinte habitantes, tardó en finalizar su nacimiento, en el que está fielmente reflejado todo el pueblo. Cada casa y calle están reproducidas con cariño y esmero y colocadas en el lugar preciso para que la réplica sea exacta.

La idea partió de uno de los vecinos de la localidad, José Ramón Álvarez Montoto, quien reconoce que no sabe de dónde le vino esta ocurrencia, pero que enseguida todo el mundo se mostró de acuerdo con su iniciativa y "dispuesto a colaborar". Así, cada uno puso su grano de arena para que, tres años después, lo que comenzó como una simple idea se haya convertido esta Navidad en una realidad que todo aquel que se acerque a la escuela puede admirar.

"Este es un pueblo pequeño, pero a la gente que vive aquí le gusta y está orgullosa de él", cuenta Álvarez, quien apunta a que este es el motivo por el que todos los vecinos se habían volcado en la realización del nacimiento. Y, desde luego, trabajaron mucho y con una paciencia infinita porque no le falta detalle. Cada figura que se expone es una réplica exacta de una casa o edificio real de Zardón. Cada ventana y puerta están dibujadas con esmero en unas casas construidas a semejanza de las viviendas de los vecinos. Además, hay otros detalles que los visitantes deben ir descubriendo, como por ejemplo un auténtico carro del país hecho de forma artesanal, como todo el resto del nacimiento.

Como quien tiene un hijo y lo ve crecer con los años y se maravilla con sus logros sintiéndolos como propios, los vecinos de esta pequeña localidad canguesa se muestran "encantados" con el resultado de estos años de trabajo. Sobre todo porque "se ven reflejados" en el resultado y por eso realmente lo sienten como propio.

Aunque lo más duro del trabajo ya está terminado, puesto que el pueblo ya está reproducido al más mínimo nivel, ahora los vecinos quieren ir añadiendo detalles y perfeccionándolo para sorprender año tras año a los curiosos que se acerquen y ofrecer así incentivos para que quienes vayan a conocerlo repitan. Además, Álvarez apunta que con estos añadidos se pretende que el pueblo se sienta "aún más identificado" con el nacimiento y que los vecinos reconozcan en este proyecto realmente su forma de vida. Por ejemplo, Álvarez explica que algunos de los añadidos en los que están pensando para el año que viene consisten en realizar réplicas de herramientas de campo que los habitantes de Zardón usan en su día a día y que reconocen. Un trabajo menor al que ya han realizado, la recreación de su pueblo de la nada, pero con el que quieren ir completando el belén y añadirle así más vida.