La comitiva real fue recibida en Posada de Llanes al son de las gaitas, que acompañaron a Sus Majestades por toda la arteria principal de la localidad hasta desembocar en la plaza de Parres Piñera. Allí recibieron, uno por uno, a todos los niños que les estaban esperando y escucharon los regalos que querían que les dejaran en la noche.