La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Una hora de autobús a Gijón u Oviedo es una pesadilla", dice una riosellana con esclerosis

Eva Alonso, diagnosticada en 2010, celebra la apertura en 2019 de un centro local de rehabilitación, indispensable para los dependientes

Eva Alonso, en Ribadesella. CRISTINA MURUZÁBAL

"Estoy muy contenta de que lo que hice vaya a ayudar a tantas personas". A la riosellana Eva Alonso le diagnosticaron esclerosis múltiple en 2010, y desde entonces tiene que vivir, al igual que otros con su misma condición, entre constantes viajes a Oviedo y Gijón para recibir los tratamientos que precisa y las sesiones de rehabilitación que tanto le ayudan para mejorar su calidad de vida. Por eso, hace unos meses, y en colaboración con la Asociación Asturiana de Esclerosis Múltiple (AADEM), decidió comenzar a pedir un centro de rehabilitación en el Oriente. Y lo consiguió.

La alcaldesa de Ribadesella, Charo Fernández Román, anunció que a partir de 2019 se pondría en marcha un centro de estas características para todas aquellas personas que sufren una discapacidad orgánica o física. Y, por supuesto, Alonso está "encantada" con la noticia.

"Yo dentro de lo que cabe estoy bien, pero la esclerosis viene con graves problemas de movilidad y hay enfermos que dependen totalmente de alguien que les pueda llevar o del autobús", cuenta Alonso. Por eso, un viaje tan necesario para ellos, ya que la fisioterapia les ayuda a que no se les atrofien los músculos, se puede convertir en un auténtico infierno. "Los escleróticos no solo tenemos problemas de movilidad, sino también otros como ansiedad o agorafobia, además de que no soportamos el calor, por eso tener que pasar una hora encerados en un autobús es una pesadilla para nosotros", explica. Tanto es así, que ella incluso deja de dormir la noche antes de tener que ir a Oviedo "por nervios". Eva Alonso confiesa que se considera una "privilegiada" entre los que tienen esclerosis múltiple, ya que puede valerse por sí misma, y por eso quiso poner en marcha la iniciativa, "por todos aquellos que no pueden hacerlo". Y es que, en los casos más graves, la persona enferma queda postrada en una silla de ruedas y siendo totalmente dependiente de terceros.

Ahora, aunque el centro de rehabilitación es un gran paso, Alonso no se conforma y le gustaría que hubiera un área de neurología en el Hospital de Arriondas para que los ingresos de estas personas para recibir el tratamiento, que se prolongan durante varios días, puedan realizarse más cerca de casa y les suponga un trance más fácil.

Compartir el artículo

stats