Más de medio centenar de personas participaron ayer en la reunión convocada por la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del Instituto Rey Pelayo en Cangas de Onís para debatir sobre la futura ubicación de un nuevo edificio educativo. Los miembros de la AMPA, con su presidente, Antonio González, a la cabeza, afearon la actitud "prepotente, de no escuchar" por parte de los responsables de la Consejería de Educación, que, según su versión, eligieron la ubicación del inmueble "de forma unilateral" en el patio delantero del centro.

La arquitecta y directiva de la AMPA Ana Llano mostró su preferencia porque la construcción se ubicara en el patio trasero, cerca del río, sobre el edificio pendiente de demolición en el que se detectaron deficiencias estructurales en 2014 que obligaron a su clausura. Llano desgranó los motivos de esta elección: se evitará perder zona verde en la parte delantera y resaltan espacios traseros como el jardín botánico. Más: se acaba con los ruidos de tráfico derivados de la instalación junto a la carretera. Llano apeló a los informes técnicos y jurídicos que desaconsejan el proyecto propuesto por la Consejería, que no se adaptaría al Plan de Ordenación Urbanística cangués. "Incumple la altura máxima y otros requisitos como un Real Decreto que establece que cada alumno goce de tres metros cuadrados de patio o tener un gimnasio propio del centro", dijo.

Respecto a la amenaza de Educación de que un nuevo proyecto supondrá graves retrasos en la construcción de un nuevo edificio, la AMPA advierte de que es mejor hacer las cosas bien que rápido. "Se trata de una obra de suma trascendencia, un equipo que funcionará más de treinta años. Su construcción afectará a generaciones que todavía ni han nacido", alegaron. "No es necesario licitar el proyecto desde cero, lo único que está mal es la ubicación, pero el equipo redactor que ya está familiarizado, podría hacer arreglos", contaron. "O por lo menos ponerse con el derribo para ir adelantando trabajo", dijeron. Los padres afearon a la Consejería que no se molestara en solicitar a Confederación Hidrográfica informes para saber si era viable levantar el inmueble sobre el anterior. "No es cierto que sufra problemas de cimentación por estar en zona inundable, dijeron.

Los asistentes a la reunión urgieron la mejora de los barracones en los que casi doscientos alumnos reciben clases desde enero de 2015. Entre sus propuestas están una recogida de firmas para hacer visible el problema en la comarca y la posibilidad de que los chavales se trasladen a dependencias como despachos.