La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los ángeles de la montaña, en Cangas

Pese al repunte de incidencias al llegar la nieve, el grupo de la Guardia Civil realizó en 2017 un tercio menos de intervenciones que en 2014

Miembros del GREIM, por los lagos de Covadonga. IMAGEN CEDIDA POR EL GREIM

El hielo puede jugar una mala pasada en los Picos de Europa. Lo dice Pablo Villabrille, alférez jefe del GREIM (Grupo de Rescate e Intervención en Montaña) de Cangas de Onís, que constata un repunte de incidencias desde noviembre a causa de las nevadas invernales. "Estas montañas tienen unas pendientes muy pronunciadas; si resbalas, aunque conozcas técnicas de autodetención, una vez que caes hacen de tobogán y es difícil frenar", explica. Como ejemplo pone el accidente registrado en noviembre en Peña Castil, cerca de Sotres (Cabrales), que se saldó con la muerte de un vizcaíno de 62 años de edad.

En cuanto a incidencias como la protagonizada por unos jóvenes que la semana pasada subieron al Anglilu en camisa y playeros y se quedaron atrapados por el temporal de nieve, desde el GREIM matizan, sin entrar a hacer valoraciones sobre la actuación del 112, que podía pasarle a cualquiera. En este sentido, apuntan a que la vía es muy estrecha y que una vez que subes ya no puedes dar la vuelta hasta llegar arriba. Por eso piden a la población que no transiten por estos caminos sin consultar el parte meteorológico primero y que siempre que planeen hacer excursiones en altura lo hagan equipados con el material adecuado.

Los miembros del GREIM de Cangas de Onís participaron en 2017 en un total de 23 rescates en la zona oriental asturiana, lo que supone una cifra inferior a años anteriores. El perfil del accidentado es un varón español de unos 40 años de edad con buen nivel técnico, aunque en la época estival son cada vez más los turistas extranjeros (alemanes, británicos) que requieren de ayuda en montaña.

La mayoría de servicios se realizaron en el macizo occidental de los Picos de Europa por falta de planificación de la actividad. "Es importante, sobre todo en invierno, que las actividades se realicen a primera hora para tener margen de luz y estar seguros de que no nos va a coger el mal tiempo", apunta Villabrille.

De esos 23 rescates, casi la mitad, 12, se llevaron a cabo con ayuda del helicóptero. "La dinámica es utilizarlo por el confort del herido y la economía de tiempo, aunque si es de noche o hay mucha niebla, cosa que ocurre con frecuencia, se descarta el medio aéreo", explica el alférez jefe. En total, contando ilesos y fallecidos, se atendieron a 40 personas en 2017. Las cifras descienden respecto a años anteriores: en 2016 fueron 24 las intervenciones realizadas frente a las 29 de 2015 y las 32 del año 2014.

Durante todo el año la élite del rescate en altura de Cangas de Onís realiza prácticas con el helicóptero o los esquís para responder con la mayor diligencia a cualquier diligencia.

Compartir el artículo

stats