Camboya es el país con más fosas comunes del mundo y España es el segundo. Este dato no es conocido por mucha gente y por eso el director Héctor Faver se empeñó en realizar un documental que aportara "un granito de arena a las personas que luchan porque no queden impunes los crímenes del franquismo". El resultado final pudo visualizarse ayer por primera vez en Cangas de Onís bajo el título "Lesa Humanitat". Tras la proyección, el autor de origen argentino, mantuvo una animada charla con el público asistente.

Faver, que reside desde hace cuatro décadas en Cataluña, explicó que "Lesa Humanitat" sirve para poner el colofón final a una trilogía iniciada con los largometrajes "La memoria del agua" (1992), seleccionada en la Sección Oficial del Festival de Cannese e "Invocación" (2000). El primero refleja la persecución del pueblo judío y el segundo lo protagonizan los desaparecidos en la dictadura Argentina.

El también guionista y productor aseguró que el trabajo ayer presentado en Cangas de Onís no habla del pasado sino del presente "porque vivimos en una democracia enferma y con trampa que es necesario curar". "La democracia, para mí, es incompatible con el hecho de que no se puedan abrir fosas. Nos vendieron una Transición modélica que no es tal", apostilló.

La proyección de "Lesa Humanitat" se enmarca dentro de la VI Muestra de Cine Social y Derechos Humanos de Asturias organizada por Acción en Red y Amnistía Internacional.