La lucha contra el matorral es una de las prioridades de la corporación municipal piloñesa, que ayer dio conformidad para que los terrenos de la cuesta de Reborión, ubicados casi en el límite con Parres, sean aprovechados por la asociación "Proyecto Roble". El colectivo investiga, en colaboración con ganaderos locales, nuevas formas de aprovechamiento pastoral sostenible que reduzcan o eliminen la necesidad de quemas.

Durante el pleno se aprobaron ayer, entre otras cosas, la desafección de las antiguas escuelas de Miyares y la modificación del inventario municipal para que puedan ser alquiladas como vivienda.

En el turno de preguntas, el equipo de gobierno socialista confirmó que destinará una partida para la poda y conservación del roblón de Coya, uno de los más antiguos del concejo. También adelantó que antes de que acabe el año podría salir la licitación del servicio de gestión de aguas.