Intensa jornada de trabajo la que se vivió durante la tarde de ayer en el Arenal de Morís, en Caravia, para intentar retirar de la playa el gran cetáceo que el jueves quedó varado, ya muerto, en la arena: un rorcual común macho de 18 metros de longitud y varias toneladas de peso, el mayor que ha aparecido en Asturias en los últimos 20 años.

Una misión que se veía casi imposible, debido sobre todo a las características del arenal, ya que su acceso consiste en una pequeña rampa por la que no pueden acceder vehículos de grandes dimensiones. Por eso, aunque la intención principal era no trocear en exceso al animal para practicarle pruebas, finalmente se optó por recoger muestras del gran cetáceo y partirlo en trozos más pequeños para así poder sacarlo de la playa poco a poco.

Para intentar llevarse al animal del Arenal de Morís, el Principado firmó una resolución para que fuera Cogersa (el consorcio para la gestión de residuos) el que se hiciera cargo de las labores. Para ello, se desplegó un notable operativo. Una retroexcavadora retiró las piedras y la arena para abrir el camino para que otros vehículos puieran acceder hasta el rorcual. A ella, más tarde se unieron un tractor y, finalmente, hizo falta la presencia de un tercer vehículo.

El primer paso consistió en cortarle la aleta, una tarea que requirió de tiempo y paciencia pero que los operacios pudieron realizar sin mayores complicaciones. Sin duda, lo más difícil estaba aún por llegar. Para cortar la cola del rorcual, la parte más estrecha de su cuerpo, hicieron falta tres horas y media de intenso trabajo sin descanso en las que los operarios lo intentaron de todas las formas posibles. Primero, intentaron seccionarla utilizando unas cuerdas, pero pronto vieron que no era la opción más idónea. Por eso, utilizaron una motosierra para practicar una incisiones que facilitaran la labor. Cuando la cola ya estaba casi desprendida, los operarios la ataron a una cuerda para que el tractor tirara de ella, pero el tremendo peso del animal hizo que se rompiera, dándole un buen susto a uno de los trabajadores, que tuvo que tirar de reflejos para evitar el impacto. Finalmente, gracias a unas cadenas de hierro, a varios tirones del tractor y a la ayuda de los otros dos vehículos, consiguieron desprender la cola del resto del cuerpo del rorcual.

Los operarios sacaron la parte seccionada de la arena, pero no pudieron hacer nada con el resto del cadáver por la falta de luz y la dificultad de las labores. Por eso, decidieron arrastrar el resto del cuerpo a la zona alta de la playa para evitar que sea arrastrado por la marea, una tarea que también requirió de bastante pericia por parte de los conductures de los tres vehiculos. Está previsto que las tareas para desalojar al rorcual de la playa caraviense continúen hoy.