La donación de sangre disminuyó en 2017 en el oriente asturiano. Según los datos aportados por el Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias, se recogieron 2.224 bolsas de sangre, 118 menos que en el año anterior.
De los municipios en los que se llevaron a cabo campañas (en Ponga o Peñamellera baja no la hubo) sólo crecieron las donaciones en Ribadesella (de 285 a 293 bolsas), Ribadedeva (de 37 a 53), Onís (de 19 a 23), Cabrales (de 84 a 95), Peñamellera Baja (de 2 a 38) y Amieva (de 9 a 14).
En el resto de concejos, el número de donaciones del año pasado fue inferior al que se registró en 2016. Así, en Piloña se pasó de 394 a 388 bolsas, en Parres descendió de las 305 a las 233, en Cangas de Onís la bajada fue de 365 a 316 donaciones y en Llanes de 819 a 771. En este último las campañas se llevaron a cabo en Llanes, Posada y Nueva, siendo esta última localidad la única en la que no hubo retroceso, al pasarse de las 48 a las 51 bolsas recogidas, lejos, no obstante, de cifras como las registradas en 2012, con 61 donantes.
El Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias organizó ayer una campaña de extracciones en Infiesto con el fin de revertir la tendencia negativa y organizará próximamente varias campañas más en el oriente asturiano.