Los vecinos de la localidad parraguesa de Cibidiellu claman por el arreglo de su antigua escuela. Ventanas sin cristales y con la madera estropeada y un gran boquete en el techo que causa goteras son algunos de los desperfectos que la construcción registra desde hace varios años. Los lugareños temen que, si no se toman medidas urgentes, el inmueble, que hasta hace poco usaban para asambleas como la de la junta del agua, se derrumbe. Por eso han registrado un escrito en el Ayuntamiento urgiendo a la administración local la reparación de la escuela, en la que muchos estudiaron.

Es el caso de la nonagenaria Pura Sánchez, que incluso hizo la comunión en el recinto. "La escuela servía para todo: el cura daba misa cada quince días y se hacía hasta teatro. Cuando los estudiantes empezaron a recibir clases en Arriondas, hace más de tres décadas, la seguíamos utilizando para reuniones".

Tere Granda, de 55 años, es otra de las exalumnas de la escuela de Cibidiellu que ve con preocupación el deterioro del edificio. Según su versión, el tejado de la escuela fue retejado por miembros de un taller de empleo durante el mandato del fallecido regidor Manuel Millán García. "Gastaron un montón de dinero y quedó guapo, pero el boquete que se abrió en el techo por el temporal la está echando a perder", lamenta.

Residentes como el alcalde pedáneo Juan Manuel González señalan que entonces se estudió la posibilidad de habilitar en la escuela un albergue municipal, una opción que, según su versión, se podría recuperar para garantizar la conservación de la construcción.