Lázaro Pendás, hijo de una residente de la Fundación Residencia Faustino Sobrino de Llanes, asegura que las afirmaciones efectuadas en enero sobre una supuesta mala praxis en el cuidado de su madre por parte de las profesionales de este centro fueron fruto del nerviosismo, y que su familiar sigue cuidado en el centro con "profesionalidad y diligencia".