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El presidente de los jubilados riosellanos se plantea dejarlo si no recibe ayuda regional

"Somos 1.600 socios, hay días que me ocupa de 10 a 21.30 horas", dice José Ramón Avín, que solicita una trabajadora social

José Ramón Avín con la plaza de abastos al fondo. C. M.

"Necesitamos a una trabajadora social como el comer". El presidente de la asociación de pensionistas y jubilados "Los más grandes" de Ribadesella, José Ramón Avín, se va a reunir la próxima semana con representantes de la Consejería de Servicios Sociales para pedir al Principado que les devuelva una ayuda con la que contaban antes de la crisis económica y sin la cual ya se les hace muy difícil continuar desarrollando todas sus labores. En caso de recibir una negativa, se plantea dejar el cargo.

La petición para que vuelva la trabajadora social con la que contaban antes para ayudar a la junta directiva con la gestión y el papeleo es una "reivindicación histórica" dentro de la asociación, que está creciendo "a pasos agigantados". "Antes, cuando teníamos 200 socios, contábamos con ayuda y ahora, que andamos por los 1.600 socios, tenemos que hacerlo todo nosotros", lamenta Avín. Además, dice que hay otras asociaciones "más pequeñas" que sí cuentan con ayuda.

Y el problema principal no radica en la cantidad de trabajo, que ya de por sí es abundante, sino en su naturaleza. "A las asociaciones cada vez nos piden más cosas, nos tratan casi como a empresas", cuenta Avín. Para él, no solo la cantidad de trámites complica el funcionamiento de las actividades de la asociación, sino que a eso hay que sumar que son asuntos complicados, que "muchos de los socios y de la junta directiva no saben hacer".

"Hay días en los que empiezo a trabajar a las diez de la mañana y acabo a las nueve y media de la noche, estamos dedicados a la asociación", cuenta. Y es que a las actividades que tienen "todos los días" hay que sumar la planificación y gestión de los viajes que cada cierto tiempo realizan a diferentes puntos de la geografía española.

A su reunión con representantes de la Consejería de Asuntos Sociales va "dispuesto a negociar". No tienen exigencias concretas, si no pueden tener a alguien a jornada completa todos los días, sí podrían aceptar que esté algunos días a la semana o durante varios meses al año. En la asociación incluso se plantearon contratar a una persona ellos mismos, "pero con la cuota de todos los socios no da para pagar un sueldo". Además, a los problemas por la falta de ayuda se unen las "trabas" que les ponen en la administración. "A las asociaciones nos piden que nos autofinanciemos, pero luego no nos dejan ni vender papeletas", comenta.

En el caso de que el Principado les negara la trabajadora social que piden, Avín no cierra la puerta a nada. "En ese caso tendría que valorar si es posible afrontar los dos años que me quedan de mandato", dice.

De momento, prefiere esperar a la reunión, en la que va a escuchar lo que se le proponga y negociar lo que sea necesario para recuperar una ayuda sin la que ya se les está haciendo "muy difícil" continuar trabajando por la asociación.

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