El Campu les Rolles de Ribadesella, la zona pegada a la ría que va desde el puente hasta la estación de autobuses, va a cambiar de aspecto completamente y se va a convertir en un lugar de disfrute y ocio para los riosellanos con zonas verdes, un auditorio, vistas a la ría y, como no, aparcamientos.

El equipo de gobierno, con la alcaldesa Charo Fernández Román a la cabeza, presentó en la mañana de ayer en el Ayuntamiento el proyecto de ordenación de toda la zona, obra del arquitecto Jeremías Sampedro. Un plan que va a tener un coste de unos 6 millones de euros y que, en palabras de Fernández Román, "es asequible, aunque habrá que buscar financiación". La idea del consistorio pasa por ejecutar las obras en distintas fases.

El proyecto busca que "desde la antigua sierra de Secundino hasta el puente, toda la zona se desarrolle armónicamente", explica la alcaldesa. Además, el consistorio planea buscar esa armonía teniendo en cuenta tres aspectos fundamentales: conseguir un espacio abierto para el disfrute de los vecinos, crear un local de reunión en el que realizar eventos (actualmente se está utilizando la casa de cultura, pero en muchas ocasiones no es suficiente y para muchos actos se queda pequeña) y paliar el problema de la falta de aparcamientos en la villa durante los meses de temporada alta, un tema que ha estado de actualidad estos días debido a la propuesta, que también partió del Gobierno local, de poner en marcha aparcamientos de pago rotatorios en Semana Santa y Verano.

Así, donde hoy se ubica el parking de la estación de autobuses, está previsto que se construya un aparcamiento de tres alturas, dos cubiertas y una exterior, que de cabida a 208 coches y en el que, gracias a su particular diseño, los vehículos queden ocultos. Además, en el espacio que quedaría con la demolición de la plaza de abastos y junto con el que ya hay disponible tras la desaparición de la nave de angulas Delfa, el proyecto incluye construir una plaza que de cabida a 178 vehículos (35 más que ahora) y que también pueda utilizarse para realizar eventos, un parque infantil, zonas verdes, gradas con capacidad para 200 personas junto a la ría para poder ver la llegada de las piraguas y un auditorio que quedaría oculto bajo una placa de agua para que no se genere impacto visual y que serviría para realizar todos los eventos que ahora, o bien no tienen un sitio adecuado o bien se están realizando en la casa de cultura a falta de un lugar más apropiado.

"El diseño del proyecto se basa en la historia de esa zona, que era un lugar de marisma con naves de conservas y astilleros", explica la regidora, ya que el diseño de las zonas verdes y del aparcamiento en altura pretende evocar cómo era el lugar antiguamente. Eso sí, aunque el equipo de Gobierno riosellano se mostraba muy contento con el proyecto, también reconoce que "hay margen de mejora".

La alcaldesa considera que este ambicioso plan es "una buena forma de tratar una zona que a día de hoy no está tratada debidamente" y cree que, con todo lo que proponen, "se daría solución a muchos de los problemas que tiene Ribadesella".

Eso sí, Fernández Román ha recalcado que el Ayuntamiento se va a hacer cargo de estas obras porque la villa necesita estas mejoras, pero que realmente no le correspondería al consistorio, sino al Principado, hacerse cargo de los trabajos, ya que es un espacio de su propiedad, a pesar de que el Ayuntamiento cuente con concesiones.