"Para mí, lo que estoy haciendo no es nada extraordinario, es algo normal". Isabel Hevia, nacida en Melendreros (Bimenes) pero afincada desde que era una adolescente en Nava, lleva 23 años subida en un camión, una profesión gracias a la cual ha conseguido sacar adelante a su familia ante las adversidades que le ha planteado la vida, lo que ayer la hizo merecedora del premio "8 de marzo", que le entregó en Colunga el Consejo Comarcal de Mujeres de la Comarca de la Sidra.

La Comarca de la Sidra ha decidido premiar a esta transportista de mercancías peligrosas por su "amplia trayectoria en una profesión en la que las mujeres están subrepresentadas". Hevia, por su parte, agradeció el premio y se lo dedicó, "muy emocionada", a sus hijos y a su padre.

Aunque Hevia no se había planteado su vida en este mundo, las circunstancias le hicieron tomar la decisión. En 2001, su marido, camionero antes que ella, falleció a causa de un trágico accidente y ella, que se había quedado con dos hijos a su cargo, se vio en la obligación de reinventarse para sacarlos adelante.

Así, comenzó a trabajar en un mundo que tradicionalmente ha estado en manos de los hombres y en el que ella consiguió abrirse "un hueco", si bien reconoce que no le costó y que siempre se lo pusieron "bastante fácil".

Lo que ya no le está resultando tan fácil es mantener el mismo nivel de vida con la profesión que lleva tantos años ejerciendo. "Hasta ahora este trabajo compensaba, pero ahora mismo las condiciones cada vez van a peor y el sueldo también", denuncia Hevia.

En el acto de entrega, que tuvo lugar en las inmediaciones del arenal colungués de La Griega, estuvieron presentes para reconocer los logros de Isabel Hevia la presidenta del Consejo Comarcal de Mujeres, Soraya Montes; la directora del Instituto Asturiano de la Mujer, Almudena Cueto, y el presidente de la asociación de transportistas Cesintra, Alejandro García Monjardín, además de varias autoridades del Ayuntamiento de Colunga.