La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Vis ve en peligro su joya

Los vecinos piden a los propietarios del hórreo decorado que lleguen a un acuerdo para arreglarlo o que lo cedan

Un vecino observa el estado del hórreo de Vis. C. CORTE

El patrimonio más valioso de Vis, en Amieva, peligra. Eso es lo que denuncian los lugareños de la localidad, que temen que el hórreo con pinturas de la Guerra de la Independencia ubicado en el barrio de El Pedrosu se venga abajo en cualquier momento. La estructura ha sido apuntalada recientemente para evitar el derrumbe. El problema es que el inmueble tradicional pertenece a varios propietarios, que no se ponen de acuerdo para arreglarlo. Por eso, la Asociación de Vecinos de Vis insta a que les cedan la propiedad en el caso de que no se vean capacitados para rehabilitarlo. El colectivo estaría dispuesto a asumir las tareas de conservación con un apoyo de la Consejería de Cultura en forma de subvenciones.

Los residentes en la localidad amievense no podían ni imaginar que los garabatos que lucían en tres laterales del hórreo de El Pedrosu eran en realidad testimonios de excepción de la Guerra de la Independencia. Cuando hace tres años se enteraron de que la geógrafa Belén Menéndez estaba investigando la aparición de motivos decorativos similares en construcciones circundantes no dudaron en ponerse en contacto con ella y confirmaron sus sospechas.

Falta dilucidar si los dibujos del hórreo de Vis, pintados en negro posiblemente con carbón vegetal, fueron hechos por un testigo de la invasión napoleónica o se pintaron algo más tarde. En cualquier caso, lo que está claro es que este "Goya a la asturiana" tenía fijación por representar a los escopeteros y chuceros que plantaron cara a los invasores. Militares del regimiento de infantería y un militar de caballería también tienen cabida en la obra, junto con un dibujo de gran tamaño que porta un sable y por sus huesos marcados recuerda a la representación de la muerte. Otra de las figuras que no pasan desapercibidas es la de un personaje armado, a caballo y precedido por un perro. Dado que la mayoría de los reclutados en la Guerra de la Independencia (1808-1814) combatían sin uniformar, vestidos con el traje regional al uso, cabe la posibilidad de que su tocado corresponda a una montera picona.

No es la primera vez que se encuentran dibujos con esta temática bélica en Asturias, donde a menudo los hórreos y paneras fueron utilizados como lienzos por los aldeanos para expresar su sentir y representar momentos determinantes de la historia. Estampas similares aparecieron en concejos como el de Parres o Lena.

Compartir el artículo

stats