La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ordenan sacrificar una vaca en Bustio antes de realizarle el contraanálisis

"Ver para creer", se quejan los ganaderos, que no entregarán la res sin orden judicial

"Pastorina", en primer término, con Óscar López al fondo, en su prado de Bustio. EMILIO G. CEA

Impotentes ante una situación que, a todas luces, consideran injusta. Así dicen sentirse los ganaderos Joaquín López Díaz y Óscar López Gutiérrez. Padre e hijo trabajan en una explotación ganadera ubicada en la localidad de Bustio, en Ribadedeva. Un posible caso de tuberculina en una de las 21 vacas de la raza asturiana de los valles que tienen les trae a mal traer desde hace diez días. La consejería de Desarrollo Rural, según explican, les está presionando para que sacrifiquen una res de ocho años y de nombre "Pastorina" que, hasta el momento, no ha dado positivo. "Ver para creer", dicen.

Todo comenzó el 6 de marzo durante la campaña de saneamiento. "Vino un veterinario a hacer la prueba de tuberculina", explica Óscar López. Tres días más tarde le comunicaron que, una de las reses era reaccionante. "En un papel me pusieron que se debería repetir el análisis en 45 días y que era reaccionante, tachando la palabra positivo", explica. Días más tarde se desplazó a su explotación un coordinador.

"No me dijo ni cómo se llamaba y se puso un traje especial antes de entrar a la cuadra. Una vez allí y delante de mi mujer y de mi padre dijo que, en apariencia, la vaca estaba bien, que no tenía nada y que se iba a repetir el análisis. Hasta ahí todo de acuerdo", relata el ganadero de Ribadedeva. La historia, según explica, dio un giro de 180 grados cinco minutos después.

"Al volver de la cuadra hizo una llamada telefónica y al colgar nos dijo que la vaca tenía que ser sacrificada", explica López. La sorpresa fue mayúscula. Sostiene que ponen como excusa el hecho de que tiene fincas en el municipio limítrofe de Val de San Vicente (Cantabria), donde existe un porcentaje de tuberculina del 2,8 por ciento, para justificar la decisión. "La cuestión es que esa vaca jamás la llevé a pastar ahí", dice. Añade que los animales que pastan en ese lugar son analizados al ir y al volver y nunca dieron positivo.

Los ganaderos aseguran que se negarán a entregar a la vaca sin una orden judicial de por medio. "Es increíble lo que está pasando. No quieren que se repita el análisis 45 días después como habíamos quedado en hacer, ni que nosotros paguemos un análisis externo. Me llegaron a decir que me iban a quitar la subvención. Desconocían que las vacas son mías y no recibo ningún tipo de ayuda", dice Óscar López.

Compartir el artículo

stats