La lluvia, que se había mantenido a raya durante toda la mañana, llegó a Lastres durante la tarde e impidió que, tras la misa, las imágenes de la Virgen Dolorosa y el Nazareno pudieran salir en procesión por las calles de la localidad.

La decepción entre los presentes era notable, pero, como dice una de las vecinas que ayer se encontraban en la iglesia parroquial, "el sentimiento es el mismo, salgan a la calle o no". Por eso, y a pesar de la decepción, los presentes se quedaron a la Hora Santa que estaba prevista.

Hoy volverán a intentar celebrar la procesión de La Dolorosa y el Cristo Yacente a las 19.00 horas, pero el párroco local, César Borbolla, explicaba que "hay que ser realistas, las previsiones son aún peores", consolándose con que este es el tiempo habitual en la región. Eso sí, no pierden la esperanza.