La comarca vivió una Semana Santa con una ocupación en torno al 80 por ciento, un 10 por ciento por debajo de la del año pasado. Un dato que dejó sólo contentos a medias a los empresarios, que se suman a las críticas del sector a las predicciones meteorológicas (que no se cumplieron, aseguran). Los hoteleros llegan incluso a solicitar que se abandone la predicción a siete días por poco fiable, aunque reconocen que en el descenso de visitantes influyó también las fechas de la Pascua de este año, todavía en el mes de marzo.
Así, el presidente de la Asociación de alojamientos de Llanes y Ribadedeva (Fomtur), Ángel Bada, mostró ayer su malestar por las informaciones sobre las previsiones meteorológicas. "Se han dado muchos titulares dramáticos", lamenta, a la vez que pide el apoyo del Principado "al igual que ocurre en otras comunidades". Bada confirma que las malas previsiones, "que luego no se correspondieron con la realidad, provocaron un gran número de cancelaciones".
Empresarios hoteleros de Llanes consultados por este periódico hablaron de una semana con más de un 80% de ocupación, con algunos casos de prácticamente lleno.
Por su parte, el presidente de la asociación de Turismo Rural de Ribadesella (Aritur), Sabino Martínez, comenta que la Semana Santa no fue "ni buena ni mala", pero cree que la época del año y las previsiones lastraron el turismo. "No se pueden hacer predicciones a siete días", lamenta. Además, Martínez pide que no se generalice porque "puede estar lloviendo en una parte de Asturias y en otra no".
Belisario Suárez, de la Asociación de Hostelería y Turismo de Parres (Hotupa), señaló que aunque el balance de la Semana Santa es bueno, "podría haber sido mejor" si las informaciones meteorológicas hubieran sido más rigurosas. La ocupación habría descendido en torno al 15% con respecto al mismo periodo de 2017. "Al dar lluvia se registraron el miércoles cancelaciones de última hora, especialmente en sectores como el del camping", dice.
El presidente de la Asociación de empresarios de la comarca de los Picos de Europa (Incatur), Toño Sánchez, apunta a que la ocupación en Semana Santa fue buena y hubo mucha gente, aunque las malas previsiones meteorológicas impidieron el llenazo total por las cancelaciones, que sitúa en torno al 10%. "Los días tradicionalmente fuertes, como el viernes y el sábado, mantuvimos el tirón, aunque es cierto que en general el balance de ocupación está por debajo del año pasado", reconoce.
Entre un setenta y cinco y un ochenta por ciento fue la ocupación turística en el concejo de Cabrales durante la pasada Semana Santa, según indicó ayer la edil de Turismo del Ayuntamiento cabraliego, Helena Martínez. Las cancelaciones, ante los augurios de mal tiempo, estuvieron a la orden del día, según los empresarios. Las fechas, en general, fueron más flojas que en 2017. "Ha pasado igual en todos los sitios. La ocupación no ha sido mala pero pudo ser mejor", manifiesta la concejala.
Desde la asociación Piloñesa de Turismo (Aspitur), Gustavo Sánchez sitúa en torno al 75% la ocupación de las casas rurales del concejo. "Las reservas indicaban una ocupación superior al 85%, pero unas previsiones meteorológicas excesivamente alarmistas y la competencia por prolongación de la temporada de esquí fueron responsables de bastantes anulaciones de última hora", apunta.
En la asociación Colunguesa de Turismo (Acotur), José Luis Cueli habla de una ocupación "por encima del 80%".
