El Ayuntamiento de Llanes busca una fórmula para que no se vuelvan a repetir situaciones como la vivida en la zona del molino de La Borbolla, donde los trabajos sin permiso de una empresa maderera destrozaron antes de Semana Santa un camino público y dañaron el entorno, para disgusto de los vecinos. Proteger este tipo de espacios naturales es, para el equipo de gobierno, una prioridad, tal y como ayer aseguró el segundo teniente de alcalde y edil de Medio Ambiente, Juan Carlos Armas (PP). El Ayuntamiento estudia la posibilidad de endurecer la ordenanza que regula las talas.
A día de hoy hay abiertos dos expedientes sancionadores contra la empresa responsable de la tala. La zona dañada, ubicada en pleno valle Oscuru, está integrada en la famosa ruta de los Colores, importante reclamo turístico de esta parte del municipio.
Según explicó Armas en la jornada de ayer, el primero de los expedientes se abrió por comenzar las obras sin la correspondiente autorización. El segundo de ellos se puso en marcha por los destrozos ocasionados en el camino de acceso al molino de La Borbolla, una de las joyas paisajísticas del concejo de Llanes en su parte occidental. "Estamos trabajando para que situaciones como las vividas en La Borbolla no se vuelvan a repetir", aseguró.
La idea del cuatripartito, en este sentido, pasa por exigir a las empresas madereras una fianza antes de que den comienzo las obras. "Nosotros, en la actual ordenanza, cobramos una tasa por la saca de madera en función de las hectáreas sobre las que se trabaje. Queremos modificar esta norma para que las empresas tengan la obligación, también, de depositar una fianza que se devuelva una vez concluyan los trabajos y se certifique que no se han ocasionado daños. Van a pagar justos por pecadores, pues hay empresas de este tipo que trabajan bien. Podemos entender que debido a las características de este tipo de actuaciones en ocasiones se dañen caminos, pero lo normal es que la propia empresa deje todo como se lo encontró. La obligatoriedad de tener que depositar una fianza puede servir para acabar con este tipo de situaciones", indicó.
El disgusto y el malestar por lo ocurrido es palpable entre los vecinos de La Borbolla. "No solo dañaron parte del camino de acceso al molino, también han dañado un buen cacho de otro. Ha venido mucha gente estos días por aquí y se han quejado de como ha quedado. Está fatal", indicó ayer una lugareña.
El camino al molino ha quedado seriamente dañado debido, fundamentalmente, a las enormes rodadas ocasionadas por la maquinaria de la empresa que llevó a cabo la tala. Junto a esto se han taponado los desagües de una antigua sangradera. Una pala contratada por el Ayuntamiento trabajó en la zona tras las denuncias de los vecinos para aminorar los desperfectos.
Los problemas por los destrozos ocasionados por las madereras no son nuevos. Hace un año los miembros de la asociación "La Parpayuela" de Quintes, en Villaviciosa, denunciaron los continuos problemas que tienen con las empresas que no reparan los daños que provocan como consecuencia de su actividad.
