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El ovetense que habla con las nubes: "Son fascinantes, cuentan muchas cosas"

Javier Martínez, que impartirá un taller en Colunga, ha invertido 5 años y revisado más de 60.000 fotos para aprender a predecir el tiempo

El ovetense que habla con las nubes: "Son fascinantes, cuentan muchas cosas"

Las nubes hablan, pero para entender lo que dicen, captar sus mensajes y comprender su significado hay que saber cómo mirarlas. Y en eso, Javier Martínez de Orueta es todo un experto que se ha formado en este arte, que hoy se ha convertido en su pasión, mirando al cielo.

Este joven ovetense se encuentra actualmente estudiando Ciencias Ambientales y es miembro de la Asociación Meteorológica de España, pero su afición por desentrañar los misterios de las nubes surgió hace ya cinco años, cuando cursaba un ciclo superior de Salud Ambiental. "Cuando estudié el módulo dimos una asignatura de meteorología y me llamó mucho la atención, creo que ahí fue donde empezó", recuerda Martínez, quien explica que cuando comenzó no se imaginaba que las nubes fueran un campo de estudio tan amplio que cuenta incluso con su propia clasificación, ya que puede haberlas de muy diversos tipos. "Hay que entrenar mucho el ojo para verlo todo", dice. Y, desde luego, vaya que si lo ha entrenado.

Desde entonces, cámara en mano y siempre de forma autodidacta, se dedica a fotografiar en cielo en busca de diferentes tipos de nubes que le permitan predecir no solo el tiempo, sino también muchas otras cosas del lugar en el que se encuentra. Eso sí, no es una tarea nada fácil. "Detrás de cada foto hay muchas horas de trabajo porque no es solo sacar la imagen y ya, hay que buscar la situación y el momento para conseguir la foto que se quiere, aunque yo ya voy teniendo mis sitios a los que suelo ir a observar las nubes", cuenta. Y, si eso es así, este joven ha invertido muchas horas de trabajo para conocer el lenguaje de las nubes, ya que en estos años ha sacado más de 60.000 fotografías. Casi nada.

Javier Martínez considera que es importante que la gente aprenda a observar las nubes realmente porque "cuentan muchas cosas". Por ejemplo, una de sus aplicaciones más prácticas, sobre todo en un lugar como el Principado en el que las condiciones meteorológicas son tan cambiantes como difíciles de prever, es la predicción del tiempo. En el caso de la primavera y el verano, el buen tiempo estará asegurado si en el cielo aparecen "nubes en forma de algodón, blanquecinas, siempre al final de la tarde". Además, en invierno "las nieblas están asociadas a anticiclones, es decir, buen tiempo". Eso sí, será el momento de coger el paraguas, aunque la lluvia aún no haya hecho acto de presencia, siempre que se vean "nubes blanquecinas que crean alrededor del sol un halo". De hecho, Martínez cuenta que este tipo de nubes son muy comunes en Asturias debido a los "vientos de sur" que soplan en el Principado.

Eso sí, aunque Martínez de Orueta es capaz de predecir el tiempo gracias a su observación del cielo, advierte de que los resultados solo son eficaces en el corto plazo, se puede saber el tiempo de un máximo de tres días, pero para hacer predicciones a más días, "hay que complementar la observación de las nubes con partes meteorológicos".

En cuanto a esto, se muestra comprensivo con las predicciones que se dieron durante la pasada Semana Santa, en la que se anunciaba mal tiempo en el Principado, y que tanto malestar despertaron en los hosteleros al considerar que fueron exageradas. "Las predicciones son muy difíciles porque la atmósfera está en continuo cambio y a la mínima variación en la atmósfera los cambios en el tiempo pueden ser enormes", explica.

Y, aunque el arte de observar las nubes le "fascina" en general, tiene claro qué es lo que más le gusta. "Me encanta ver el cambio de colores en las nubes en atardeceres y amaneceres. Además, mucha gente piensa que esos cambios de color se deben a la contaminación pero no es solo por eso, hay mucho más", comenta. Así, los colores rosáceos o anaranjados, entre otros, que se ven cuando el sol despierta o se pone son un conjunto de muchas cosas que pueden contar mucho del lugar en el que se están dando. Además de la contaminación, que no se puede negar, hay otras partículas naturales que contribuyen a la aparición de esos colores, como las partículas de polen, las de humo en caso de que haya habido un incendio en la zona o, incluso, las de sales marinas en las zonas costeras o, incluso, las de polvo, que, según como sople el viento, "a veces pueden venir del Sáhara".

Desde luego, esta curiosa afición le ha valido a Javier Martínez a ser el meteorólogo oficial entre sus amigos y conocidos. "Mis amigos son los que más me piden que les haga predicciones, siempre me preguntan qué dicen las nubes", ríe el ovetense.

Desde hace dos años, Martínez ha decidido compartir sus conocimientos con todos aquellos que estén interesados, por lo que ha puesto en marcha el taller "El lenguaje de las nubes". "La idea del taller surgió por mi parte y estoy teniendo muy buena acogida, en él cuento qué es una nube, cómo se forman, cómo hay que observarlas y lo que cuentan", explica. De hecho, el próximo 29 de abril estará en el Centro de Interpretación de la Sierra del Sueve impartiendo el taller en horario de 10.00 a 14.00 horas. Lo interesados pueden apuntarse por un coste de 20 euros.

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