"El caso de la espeleóloga desaparecida" podría ser el título de una de las historias que Iker Jiménez relata en su programa "Cuarto milenio", pero en realidad resume otro tipo de misterio: el de una joven que aparece en una fotografía tomada en 1968 con motivo del descubrimiento de la cueva de Tito Bustillo, en Ribadesella, pero que no está en las copias de aquella, evidentemente retocadas, que hoy pueden verse en folletos, paneles y páginas web, incluso en los de la Consejería de Cultura y los del centro de interpretación "Tito Bustillo". La "desaparecida" se llama Corona Morales y todos los amigos de entonces con los que ha podido hablar LA NUEVA ESPAÑA le han perdido la pista.
¿Por qué hay dos fotografías distintas, una original y otra manipulada? Nadie sabe a ciencia cierta el porqué del borrón. Sí parece claro que la foto en la que se hizo "desaparecer" a Corona Morales -al más puro estilo Stalin, aunque seguramente sin mala intención y solo para que aparecieran nada más los auténticos descubridores de la gruta- fue retocada en 2008, cuando se iba a celebrar el cuarenta aniversario del descubrimiento de la cueva, templo mundial del arte paleolítico.
En la fotografía original aparecen ocho personas: siete de los diez descubridores de la cueva de Tito Bustillo y Corona Morales, que como el resto de los figurantes aparece vestida de espeleóloga. Faltan Amparo Izquierdo, Pilar González y Fernando López, que no se encontraban allí el día de la visita de los periodistas de LA NUEVA ESPAÑA Vélez (fotógrafo) y Avello (redactor) ¿Por qué aparece Corona Morales en esa instantánea? El riosellano Jesús Fernández Malvárez, uno de los descubridores de la cueva, que aparece en la fotografía, evoca ese momento: "estábamos preparados para hacer la foto y, como faltaban tres de los descubridores que ese día no habían podido estar, no recuerdo si Vélez o Avello le pidieron a una chica que estaba por allí que se pusiera para hacer bulto y rellenar más porque faltaban muchas chicas".
Así fue como Morales se vistió con uno de los equipos que allí había y quedó inmortalizada para la posteridad. O no, porque hace 10 años alguien decidió eliminar a la "intrusa" para que la fotografía mostrara solo a los auténticos descubridores. Una manipulación que se ha convertido en "oficial" y que ha hecho de Corona Morales un misterio.
La presencia de la joven en aquella fotografía "oficial" provocó ya desde el primer momento algunos malentendidos, como que la confundieran con alguna de las chicas que sí había bajado al Pozu'l Ramu, nombre de la cavidad por la que descendieron los espeleólogos del grupo Torreblanca de Oviedo.
El asunto es que durante estos diez últimos años nadie se percató de que en las fotografías "oficiales" había desaparecido una persona, la segunda por la izquierda. Hasta el pasado verano, cuando Patricia Hevia, una joven americana de padres asturianos, reparó en que la imagen "oficial" de los descubridores no era la que realmente había tomado Vélez con su cámara hace ahora 50 años.
En la Consejería de Cultura no hay noticias de lo ocurrido, pues ese departamento ni siquiera tiene fondo documental de la época del descubrimiento. En la Sociedad Etnográfica de Ribadesella, que preparó el cuadragésimo aniversario del hallazgo, tampoco, según subrayó ayer uno de sus dirigentes, Francisco Elías Pando. Así que continúa sin resolverse en toda su extensión "el misterio de la espeleóloga desaparecida".
