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Faltan recolectores para la "cosechona" de arándano que se espera en la comarca

Las bajas temperaturas del invierno han contribuido a mejorar la campaña, que comienza en junio y se extenderá hasta octubre

Mucho arándano y pocas manos para recogerlo. Esa es la previsión que hacen los productores sobre la campaña de recolección de bayas que comienza el próximo mes en la comarca y que se extenderá previsiblemente hasta octubre.

Los recolectores señalan que el frío invierno, con temperaturas por debajo de los 7 grados, ha sido fundamental para que brote bien el fruto, que cuenta cada vez con más demanda en el país, donde, en promedio, cada persona consume en fresco unos 30 gramos al año.

Pese a que se trata de un negocio en expansión, rentable y con margen para crecer en Asturias, los empresarios del sector acusan la falta de mano de obra cualificada, que les lleva a buscar jornaleros en Huelva. Así lo confirmaron ayer agricultores como Sandra García, que desde hace tres años cultiva una hectárea de arándanos en Sotu Deu (Parres). García pertenece a la cooperativa Picos de Europa Berries, que cuenta con dieciséis miembros en la actualidad. Sus cálculos son los de cosechar cerca de 12 toneladas de producto por hectárea en ecológico. "Llegamos a necesitar hasta ocho empleados, pero cuesta encontrarlos por la estacionalidad de la labor y por los horarios. Además, el día que llueve no se puede trabajar", explica. "Como los arándanos son muy pequeños y el proceso de recogida es todo manual, a veces se hace difícil completar la plantilla", añade.

La excesiva humedad, sumada a las brumas matinales, hizo que la del año pasado no fuera una buena campaña de recolección. Hubo bayas, sí, pero su calidad no era óptima.

Si la climatología no da algún susto en forma de granizo, la que arranca en junio será una buena campaña para el arándano, que comienza a ser rentable a partir del tercer año de su plantación, según indica el ingeniero técnico agrícola Diego Granda. Uno de los mayores retos de agricultores como Granda es el de combatir plagas como la de la mosca del vinagre japonesa ("Drosophila suzukii"), que aparece con temperaturas elevadas y daña el fruto. Según Granda, para combatirla no se puede hacer mucho más que un buen manejo en la recolección, no dejando fruta sobremadura en la explotación. Desde 2008 este técnico dedica una hectárea y media de su finca de Priede (Piloña) a la producción del arándano, aunque apunta a que "el truco" está en diversificar y por ello estudia cultivar minikiwis. "Lo ideal es que este mes haga sol y llueva un par de veces por semana para que humedezca la tierra, y que durante el verano no haya calores fuertes", dice. También a él le cuesta encontrar gente hábil para la recogida de bayas, en la que llega a emplear a una docena de personas al año.

La plantación de arándanos ha experimentado un importante crecimiento en la última década en Asturias, pasando de cinco hectáreas y apenas cinco explotaciones profesionales a unas 150 hectáreas y más de 70 productores. Por sus propiedades antioxidantes, este fruto del boque es muy demandado en países como Reino Unido y Alemania, según indica Jesús Atienza, que atiende 1,2 hectáreas en La Borbolla (Llanes). Atienza aboga por un buen mantenimiento de la finca durante todo el año para garantizar una producción de calidad. "En verano cuesta encontrar gente para la recolección porque el sector de la hostelería emplea a mucho personal, pero en invierno también se necesitan labores de poda, abonado y siegas".

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