"Cuando escribo un soneto, si consigo que una sola persona sienta lo que he querido expresar, con eso ya basta". El escritor de sonetos y pintor Ramón Alzola, natural de la localidad de Buelles (Peñamellera Baja), presentó en la tarde de ayer en Colombres su libro "100 sonetos y 10 sonetillos", un trabajo que ha ido realizando a lo largo de los últimos diez años.

"La estructura del soneto es la más complicada que hay", opina Alzola, quien confiesa que su gusto por la escritura comenzó a raíz de su afición por la lectura, ya que "cuando se empieza a leer sonetos queda un regusto especial". En su nuevo libro se mezclan los temas más diversos, ya que hay composiciones dedicadas a sus amigos, al amor y al desamor, metafísicos, sacramentales y, los más especiales, a su hijo, que falleció en un accidente de tráfico.

Alzola cuenta que no tiene unos momentos fijos para componer ni una técnica concreta. Simplemente, deja que la vida le inspire. "En un momento de inspiración me viene un concepto y luego lo voy desarrollando", explica. De hecho, encuentra inspiración en los momentos más insospechados, "incluso durmiendo". Tanto es así que, aunque se encuentra inmerso en la presentación de su último libro, ya ha compuesto más sonetos pensando en futuras publicaciones. Y es que Ramón Alzola tiene claro que va a seguir escribiendo mientras pueda.

"Escribo para intentar que los demás sientan lo mismo que yo estoy sintiendo, y cualquiera que se dedique a eso tiene muy difícil parar", cuenta el escritor, cuyo trabajo le valió el primer premio de sonetos de la editorial "Letras como espada" de Toledo.