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Arriondas y Cangas recomiendan la variante a Posada: "Fue un acierto total"

Comerciantes y hosteleros de las villas interiores reconocen que, pese a sus reticencias iniciales, la ronda aportó calidad de vida y no restó clientes

Arriondas y Cangas recomiendan la variante a Posada: "Fue un acierto total"

Los comerciantes y hosteleros de Parres y Cangas de Onís animan a sus colegas de Posada de Llames a apoyar la construcción de una variante al oeste de la localidad, tal como propuso el gobierno local (VecinosxLlanes, Foro, PP e IU) en el documento de prioridades del Plan General de Ordenación (PGO) aprobado el viernes con los votos a favor del cuatripartito. Los empresarios llaniscos mostraron su temor a que desviar el tráfico del pueblo vacíe restaurantes y negocios, algo que cangueses y parragueses, basándose en su propia experiencia, creen que no ocurrirá. Estos últimos también mostraron recelos cuando en julio de 1992 se inauguró una circunvalación similar en sus concejos, pero al hacer balance 26 años después califican el proyecto como "un acierto total". Según su versión, la afluencia de visitantes no disminuyó, y en cambio se experimentaron mejoras en la fluidez del tráfico y la calidad medioambiental.

El expresidente de la Asociación de Hostelería y Turismo de Parres (HOTUPA) y propietario de la sidrería El Mirador de Arriondas, Belisario Suárez, fue uno de los que con más ahínco mostró sus reticencias a las obras hace dos décadas. "Había mucha intranquilidad por el temor de que al desviar el tráfico de Arriondas la gente no parara aquí, pero a la larga fue una maravilla: la gente podía entrar, aparcar con comodidad y ver mejor escaparates y comercios, algo que antes no pasaba", asegura.

En la misma línea se expresa Juan Luis Hernanz, dueño de la Confitería Campoamor de Arriondas, quien defiende que para la hostelería la variante "fue muy positiva". "La gente antes no podía entrar al centro de Arriondas en verano porque las caravanas eran descomunales, perdías una hora entera en ir a Cangas. Ganamos en calidad de vida y no notamos la pérdida de clientes", asevera.

Más dubitativo se muestra Fernando Fondón, del café-hostal El Español de Arriondas. "Los primeros años se notó algo el bajón porque la gente si tiene gasolinera en Sevares no entra a Arriondas", reflexiona. "No obstante, la variante era necesaria, hoy en día no se puede concebir que una carretera nacional atraviese un pueblo, con la inseguridad que conlleva al cruzar la vía el tráfico de tantos camiones y tráileres", subraya.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresarios de la Comarca Asturiana de los Picos de Europa (Incatur), Toño Sánchez, asegura que la variante de Cangas de Onís fue "un gran acierto" y que funciona gracias a la instalación de parkings en las afueras. "Aún teniéndola se forman atascos en verano y fines de semana o festivos en el centro y para ir a Covadonga, pero por lo menos ya no son tan graves", sentencia. Sánchez apunta a que cada concejo es un mundo y por eso aboga por un buen estudio preliminar antes de instaurar la variante en Posada. "Es fundamental que tengan buenos aparcamientos para acoger cómodamente a quienes entran y que promociones bien los atractivos propios", concluye.

El documento de prioridades del PGO llanisco señala que construir una variante al oeste de Posada evitaría el tráfico de paso por la travesía urbana (As-115), descongestionaría la localidad y reduciría los conflictos que genera el paso a nivel. Se trataría de construir una circunvalación entre el enlace de la autovía del Cantábrico (A-8) en Bricia y la zona de Cuatro Vientos, en el extremo sur de Posada. La obra supera con creces las posibilidades económicas y las competencias del Ayuntamiento y requeriría la implicación del Ministerio de Fomento y del Principado.

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