Cada veinte minutos se extingue una especie en el mundo. Ese fue uno de los datos que ofreció ayer Ignace Schops, presidente de Europarc -organismo que agrupa a parques naturales en Europa-, durante un acto para conmemorar el Día Europeo de los Parques Nacionales en Covadonga. Lejos de mostrarse pesimista, el impulsor del único parque nacional que existe en Bélgica -el Hoge Kempen- apuntó a que aún queda algo de tiempo para frenar el deterioro de la biodiversidad. En concreto el ganador del Premio Goldman 2008 -uno de los más prestigiosos que se entrega cada año a seis líderes mundiales que luchan por la conservación- considera que se dispone de un margen de entre cinco y diez años. Para lograrlo, el herpetólogo (estudioso de anfibios y reptiles) defiende que es necesaria mayor coordinación entre las instituciones implicadas en la planificación y gestión de enclaves protegidos a través de iniciativas como el congreso de Covadonga. "Paradójicamente cada vez hay más espacios protegidos y cada vez se pierde más biodiversidad porque hace falta que estén mejor conectados, compartir experiencias", dijo.

Schops señaló la necesidad de vivir bien "pero dentro de los límites del planeta" y abogó por un turismo sostenible, "no como el de Barcelona, que es una invasión". En el terreno económico, instó a los gobiernos a invertir en renovables. Y concluyó: "La naturaleza protege más la vida que la medicina. Las zonas protegidas son el centro de salud del mundo, la terapia más barata".