Rechazo frontal al cierre de la carretera a los Lagos. Ni ganaderos, ni ciclistas, ni turistas ven con buenos ojos la propuesta lanzada por el consejero de Medio Ambiente, Fernando Lastra, de reducir, o incluso prohibir, el acceso de vehículos privados al parque nacional de los Picos de Europa. Los vecinos y turistas encuestados ayer por LA NUEVA ESPAÑA se oponen tajantemente a la medida, que consideran excesiva y perjudicial para la economía local. Es el caso de la pastora de Gumartini, Covadonga Fernández, quien apunta que un control de vehículos en temporada alta "es comprensible para que no se desate un caos circulatorio", pero cre que en invierno "no tiene ningún sentido porque apenas hay visitantes". A Fernández no le afectaría directamente la medida, puesto que en principio los ganaderos de la zona gozarían de un permiso especial para transitar por la vía CO-4 de acceso a los Lagos. No obstante, la elaboradora de gamonéu del puerto matiza que sí sufriría consecuencias negativas de forma indirecta. "Si los visitantes no vienen y los hosteleros dejan de tener clientela ya no me gastarán los quesos, por eso me parece fatal".
Menos clara es la opinión de José Luis Blanco, miembro del club Cangas de Onís Ciclismo. Por un lado, señala que para él, como ciclista, sería un alivio tener la carretera despejada de coches y ganar en seguridad. Pero, por otra parte, apunta que "es una puñeta para los empresarios locales porque la gente se cansará de venir y el entorno perderá su atractivo".
Muchos montañeros de la comarca también expresaron su malestar por los cortes de la carretera a los Lagos cuando opera el plan de transporte público, que impide el acceso de vehículos privados al enclave por motivos ambientales entre las 7.30 y las 21.00 horas. No obstante, los usuarios de los refugios y los montañeros federados de la región pueden circular hasta las 10.00 y después de las 18.00 horas, previa muestra de acreditación. El plan a los Lagos entrará en vigor hoy y hasta el 30 de septiembre. El número de jornadas aumentó de las 95 del año pasado a las 161 de la presente temporada, algo que preocupa a Belén Remis, del grupo de montaña Peña Santa de Cangas de Onís. "No tiene sentido que en junio funcione porque hay poca gente. Deberían de hacer como en Ordesa, que dejan pasar un número limitado de coches hasta que se llena el aparcamiento, y después cortan. El tren cremallera podría ser una solución, pero la veo demasiado lejana", argumentó. En la misma línea se expresó ayer la turista de Guadalajara Mayte Foronda. "Sin la existencia de un estudio ambiental contundente que avale el cierre total de la carretera no veo lógica la prohibición, y menos cuando el billete de transporte público cuesta ocho euros por persona. Más que una medida para proteger el entorno parece una medida recaudatoria".
Los empresarios han convocado para el 7 de junio una reunión en la que debatirán sobre el cierre de la carretera a los Lagos.
