La Asociación Ictus de Piloña (AIPI), que nació hace un año con el fin de asesorar y apoyar a las personas afectadas de ictus y sus familiares, celebró ayer en Infiesto su aniversario entregando un carné de socio honorífico a colaboradores como el jefe de Neurología y coordinador de la unidad de ictus del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Sergio Calleja, y la presidenta de la asociación "El Prial", Ana Fernández. El programa incluyó un coloquio sobre "Respuestas a las necesidades socio-sanitarias de las personas afectadas de ictus", en el que tomaron parte la jefa del Servicio de Mayores, Diversidad Funcional y Autonomía Personal del Principado, Esperanza Calderero, y el gerente del área sanitaria VI, José Manuel Llera. Este último incidió en la importancia de mantener la continuidad asistencial una vez el paciente abandona el hospital.

Llera destacó el papel de las nuevas tecnologías en la detección precoz del infarto cerebral y en la aplicación temprana de un tratamiento, que permite reducir las secuelas en ámbitos como el lenguaje y la memoria. Adelantó que se está trabajando en una aplicación móvil que posibilitará a los médicos de Arriondas un contacto permanente con los neurólogos de Cabueñes para detectar y tratar con premura el ictus.