La playa de Santa Marina de Ribadesella vuelve a estar llena de desperdicios y sedimentos arrastrados por el río. Esa es la consecuencia que las últimas lluvias han dejado en el concejo y, si bien no se han tenido que lamentar inundaciones por el desbordamiento del Sella, sí que los servicios de limpieza ven cómo tienen que esforzarse más de lo que habían planeado en poner el arenal a punto para la temporada de verano.

La situación de la principal playa riosellana preocupa en el Ayuntamiento, desde donde la alcaldesa del municipio, Charo Fernández Román, lamenta la falta de ayuda por parte de la Administración autonómica. "Tenemos la playa llena de porquería por todo lo que llovió y a tenemos que limpiar con la escasa o nula colaboración del Principado", cuenta la regidora.

Cabe destacar que, como ocurre en el resto de municipios asturianos, esta es la primera vez que el consistorio riosellano tiene que asumir la limpieza de sus arenales mientras se encuentra a la espera de que el Principado conceda una subvención para tal fin. En este sentido, la regidora ya había hablado anteriormente de la necesidad de solidaridad entre los concejos de costa e interior, ya que considera que los desperdicios que llegan a las playas llegan también procedentes de dichos municipios.

La de Santa Marina es una de las playas más visitadas por los turistas que se acercan hasta Ribadesella. Además, recientemente ha conseguido, un año más, la bandera Q de calidad.