C. MATEO

La Semana Santa ovetense será completa por primera vez este año. Las procesiones finalizarán el Domingo de Pascua, día en el que se estrenará el nuevo paso del Cristo Resucitado, donado por el Ayuntamiento a la Junta de Hermandades y Cofradías de la ciudad.

El miembro de la Junta José María Varas Baizán adelanta que «la imagen se guardará en la girola de la Catedral, en una zona próxima a la capilla de Santa Eulalia de Mérida, y se instalará sobre una peana de madera que actualmente se está construyendo». El Cristo Resucitado saldrá sobre un paso rodado con faldón azul que a su vez empujarán miembros de las cuatro cofradías con representación en Oviedo.

La idea de crear este nuevo paso, recuerda, «surge del Ayuntamiento, que decide encargar al escultor Santarúa una imagen para el cierre de la Semana Santa, que hasta ahora finalizaba en el entierro». El paso, añade, «está previsto que salga de la puerta del claustro de la Catedral, por la Corrada del Obispo, a las once de la mañana». La estación procesional recorrerá las calles Santa Ana, la plaza de la Catedral y Porlier; San Francisco, la calle Fruela, Jesús, la plaza de la Constitución, Cimadevilla y San Antonio, para regresar, en torno a las doce y media, a la Catedral. Tras la entrada de la imagen, el arzobispo de Oviedo, Carlos Osoro, presidirá la misa de Pascua con la asistencia de todas las cofradías.

Respecto a las características de la escultura, su autor, Vicente Santarúa, subraya que la imagen «se hizo en un principio en barro y, posteriormente, se rellenará el molde con cera». En la actualidad, indicó, «estamos repasando la cera para pasar al horno y dejar el espacio para rellenarlo con aluminio marino». El resultado final, añadió, «será una imagen de un metro y ochenta centímetros con túnica y las manos abiertas, y una expresión, al menos así espero conseguirla, de esperanza, vida y optimismo».

Santarúa, que ultima la escultura en una fundición de Colloto, se ha inspirado para su creación en los grandes pasos «desde Zamora a Asturias, en los maestros clásicos de la imaginería española y tallistas castellanos». Según el escultor, «un primer proyecto iba a ser una talla de madera de nogal, pero luego hicimos cálculos de peso y sobrepasaba lo adecuado. Después hice una oferta para hacerlo en bronce; ya estaba casi decidido, pero la Junta de Hermandades volvió a exigir una reducción del peso de la imagen hasta llegar a la actual, que se supone que no pasará de los cien kilos, porque va ir hueca».