Cuántas veces, a lo largo del año, halagan mi orgullo esos forasteros que te paran en la calle para que les informes por dónde se va a la capilla de la Balesquida, a la Catedral, a los monumentos prerrománicos del Naranco, al Oviedo antiguo, a la ruta de la sidra y a la zona de los vinos. Los más llambiones te preguntan en qué lugar pueden comprar los deliciosos «carbayones», «moscovitas», «mallorquinas» o esos bombones de vicio, los mejores del mundo, que tan sólo se degustan en nuestra ciudad.

Pues, todos finalizan su consulta con las mismas aseveraciones: «¡Qué ciudad más hermosa! ¡Y qué limpia!». «Es la primera vez que venimos y ya estamos programando otra visita para dentro de unos meses». «Para nosotros, es la cuarta visita, hace tres años que la conocemos y a la menor oportunidad nos acercamos a disfrutarla». «No se lo pierda, viajamos desde (ponga cualquier lugar de España) y encantados de repetir».

Y es que Oviedo es mucho para una vez. Mucho más cuando como carta de presentación llevas el nombre de la cofradía más antigua de España: La Balesquida, patrocinadora del Martes del Bollu, fiesta entrañable para todos los ovetenses que celebraremos el próximo día 29 de mayo.

Decía lo anterior porque don Gabino de Lorenzo, nuestro alcalde, la persona que en pocos años logró convertir Oviedo en la capital más hermosa y agradable de España, será el pregonero de las fiestas del Bollu 2007. Ya saben, en el Auditorio, a las ocho de la tarde, y, no se lo pierdan, con la actuación del coro asturiano más premiado durante los últimos años: el «León de Oro».

Como es de bien nacidos ser agradecidos, debemos de resaltar que, después de explicarle a don Gabino que el lugar en el que se encontraban las oficinas de la Sociedad Protectora de la Balesquida no reunía las condiciones adecuadas, tuvo a bien y en corto espacio de tiempo ceder a La Balesquida un local en la misma plaza Consistorial. Señor Alcalde, en nombre de todos los ovetenses, muchas gracias.

Claro que en el capítulo de reconocimientos no podemos olvidarnos del gran artista ovetense José Pantaleón, autor del trabajo que ilustra la portada de nuestra revista y los carteles anunciadores de la fiesta y que, además, al igual que en años anteriores hicieran Carlos Sierra, Manolo Linares y Jaime Herrero, donó su cuadro a la pinacoteca que, poco a poco y gracias a ellos, va conformando La Balesquida y que puede contemplarse en nuestro nuevo domicilio. Desde aquí invitamos a todos los artistas asturianos a honrar con una obra nuestro patrimonio. Será una satisfacción para Oviedo y un prestigio para sus autores colgar sus obras en lo que un día, no muy lejano, será el museo de La Balesquida.

Un año más, gracias al esfuerzo de todos los colaboradores literarios, fuimos capaces de elevar la calidad de la revista con los siguientes artículos: Francisco José Borge Cordobilla: «El Castillo-Fortaleza y el Palacio de Oviedo»; Ernesto Conde: «La Balesquida y la Guerra de la Independencia»; Juan de Lillo: «Un Oviedo que nunca existió»; Ignacio Gracia Noriega: «Entre la Rúa Ruera y la Catedral»; Carmen López Villaverde: «Adaptación del calendario romano a los países cristianos»; José M.ª Martínez Cachero: «Mi vieja calle del Carpio»; Juan Méjica y Benjamín Méndez: «La tradición hospitalaria de Oviedo vinculada a instituciones de beneficencia»; José M.ª Osoro Fernández: «Tomando sidra a la sombra de La Balesquida»; Carmen Ruiz-Tilve Arias: «La Balesquida en su espacio»; M.ª Josefa Sanz Fuentes: «El Hospital de San Juan de Oviedo y el incendio de 1521»; Juan Uría Maqua: «El Deán y Cabildo de la iglesia de Oviedo». A todos ellos, en nombre de La Balesquida, nuestra más profunda gratitud. Felices fiestas 2007.